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A Luciano lo mató una bala calibre 38, pero se duda del arma

Hoy se desarrolló la cuarta y última jornada de testimonios. El proyectil extraído del cráneo del niño no pudo ser cotejado como proveniente del revólver secuestrado.
Jueves, 25 de febrero de 2021 a las 21:20

El proyectil que impactó en el cráneo de Luciano Fuente, el niño de 8 años asesinado el 7 de octubre de 2019 en el barrio Peñi Trapun, fue disparado con un arma calibre 38 pero no se pudo determinar con certeza que haya provenido del revólver que fue secuestrado.

En la cuarta jornada del juicio por jurados que se desarrolla en Cutral Co y que tiene a Diego “Neneo” San Martín como único imputado, declararon peritos en criminalística que expusieron sus trabajos respecto del tipo y calibre de arma, y fundamentalmente sobre la distancia y la posición del tirador. Cabe recordar que Luciano estaba jugando en la puerta de su casa, en Buta Ranquil y 13 de Diciembre, y la balacera ocurrió a más de 400 metros de distancia. Y algunas diferencias de criterio entre esos informes abrieron un resquicio por el que la defensa de San Martín se apoya para desligarlo del asesinato.

El primero de los peritos en prestar testimonio vía zoom fue el licenciado en Criminalística Enrique Prueger quien, utilizando un programa de sonido y corroborado luego con un láser, pudo determinar que el tirador se encontraba “en la vereda norte de la calle Buta Ranquil”. Para ello tuvo en cuenta también lo que dijeron los testigos que se encontraban al lado del niño. Señaló que la distancia entre el arma y el niño s de ente los 400 y 600 metros.

Afirmó que el proyectil “viajó” a alta velocidad, por lo que pudo penetrar el cráneo del niño por el hueso temporal. En su trayectoria, el proyectil “no tocó ningún poste ni cable de alta tensión”, señaló Prueger, quien fue categórico al destacar que ese disparo “no se hizo al aire” y que de haberse tratado de una “bala perdida” que llega en parábola descendente no hubiese sido posible impactarle en el cráneo como ocurrió en definitiva. Tampoco era posible un tiro al piso. “La posición más probable es la que se encuentra en 22 de Octubre y Buta Ranquil”, como el lugar del disparo.

Luego el perito Lucas Bravo Berruezo, del Cuerpo Médico Forense, se refirió al fragmento de bala que se extrajo del cráneo de Luciano durante la autopsia. Según su estudio, se trató de un proyectil calibre “38 o similar”, pero señaló que no se pudo determinar con certeza porque ese elemento carecía de campo suficiente para ser cotejado, por lo que no se pudo establecer si partió del revólver secuestrado.

La hipótesis de los abogados Juan Coto y Martín Segovia, que defienden a San Martín, es atribuirle el disparo que mató a Luciano a José Luis Espinoza, quien ya declaró en este juicio como testigo pero que está detenido acusado del asesinato del policía Gabriel Nahuelcar.

Las familias Espinoza y San Martín mantienen un enfrentamiento de larga data. Ese 7 de octubre protagonizaron una de esas disputas a tiros.

En cambio el fscal Maximiliano Breide Obeid y el abogado querellante, Omar Pérez, se mantendrán en la teoría de que fue San Martín quien efectuó el disparo mortal, aun cuando el arma secuestrada no estaba en su poder.

El juez técnico es Federico Sommer y este viernes será el turno de los alegatos finales.

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