Marcos Sebastián Cristófano conducía por la Ruta 22 un automóvil a exceso de velocidad, cruzó un semáforo en rojo, impactó contra otro auto que cruzaba y mató a su conductor. Ocurrió en septiembre de 2020 en Neuquén capital. Se probó que, además, manejaba alcoholizado. Este miércoles reconoció su culpa y aceptó cumplir una pena a 3 años de prisión en suspenso y no manejar por 6 años.
La fiscal María Eugenia Titanti arribó a un acuerdo con la defensa de Cristófano, por el que evitó la realización del juicio por homicidio culposo agravado por violar la señalización del semáforo, que le costó la vida a Alex Martínez.
Las partes acordaron que el imputado fuera condenado a tres años de prisión de cumplimiento condicional y seis años de inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo automotor, además de la obligación de realizar tareas comunitarias por el plazo que dure la condena. También, el imputado deberá someterse a las obligaciones legales como fijar residencia, no abusar de bebidas alcohólicas, no consumir estupefacientes y concurrir periódicamente a la dirección de población judicializada.
Entre las circunstancias agravantes que detallaron los representantes de la fiscalía para arribar a la pena acordada se encuentran la imprudencia de la conducta por parte del acusado, el daño causado de carácter irreparable y la presencia de alcohol en sangre al momento de realizarle es test. Como atenuante, se valoró la falta de antecedentes penales del imputado, falta de contravenciones de tránsito y la conducta desplegada luego de ocurrido el siniestro (auxilió a la víctima, llamó a la ambulancia, se sometió al test de alcoholemia y posteriormente a la extracción sanguínea) y el reconocimiento de su participación en el hecho al momento de asumir su responsabilidad.
Según las pericias realizadas, al momento del siniestro el acusado circulaba a una velocidad mínima estimada de 65 km/h y lo hacía bajo los efectos del alcohol, ya que conducía con, por lo menos, 0.84 g/l de alcohol en sangre.