Una escena dantesca sacudió este sábado a la ciudad de Campana, cuando efectivos policiales encontraron descuartizada y parcialmente quemada sobre una parrilla a la mujer que buscaban desde el viernes por la tarde. Se registraron tres detenciones: del principal sospechoso del femicidio y sus padres. Los tres, vecinos de la víctima.
La víctima se llamaba María Alejandra Abbondanza, de 38 años. Había salido el viernes alrededor de las cinco y media de la tarde a pasear a su perro. Su hija de 15 años fu quien la vio por última vez. La adolescente se retiró hacia la casa de su novio y al regresar, pasadas las diez y media de la noche, se encontró con que su madre no había regresado y la casa estaba tal como la había dejado por la tarde.
De inmediato llamó por teléfono a su padre –quien estaba separado de Abbondanza-. El hombre le dijo que no la había visto tampoco.
En su vivienda, la mujer dejó su teléfono celular, que registraba varias llamadas y mensajes entrantes.
Ante la desesperación por no tener noticias dela mujer, el vecindario se organizó para iniciar su búsqueda. Tras recorrer casas de familiares y hospitales sin novedades, a la medianoche fueron a la comisaría local para realizar una denuncia por "averiguación de paradero".
Personal policial continuó la pesquisa a través de las cámaras municipales pero ninguna de ellas captó nada, hasta que la fiscal Ana Laura Brizuela, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 2 del Departamento Judicial Zárate-Campana, dispuso revisar las cámaras particulares del barrio. Se informó que una de ellas tomó el momento en el que Abbondanza ingresó por sus propios medios a la casa de un vecino de la esquina.
"Tenemos cámaras que muestran que el vecino entra y sale durante toda la noche, en ocasiones con bolsas", precisó a la agencia Télam un vocero encargado de la pesquisa.
Además, a las cuatro de la mañana salió con el perro de la mujer como si saliera a pasearlo y volvió a la casa, situación que ocurrió nuevamente pero esta vez el animal ya no tenía el pretal puesto.
La Policía encontró el pretal, la correa y la ropa de la mujer ensangrentada en un terreno baldío ubicado a dos cuadras de la vivienda, mientras que el perro fue hallado suelto a las cinco de la madrugada.
Los efectivos revisaron los tachos de basura de la cuadra y encontraron una bolsa similar a las que había dentro del inmueble con una mancuerna, un buzo y una toalla, todo con manchas de sangre.
Con esos datos, la fiscal dispuso un allanamiento de urgencia en la casa del sospechoso, en Alberdi y Moreno, donde los restos quemados de la mujer fueron encontrados en la parrilla ubicada en la terraza.
"En el terreno hay dos casas separadas y presumimos que el hecho ocurrió en la de atrás que estaba desocupada, en una habitación que estaba completamente limpia de manera reciente", añadió otro vocero y agregó: "Encontramos manchas de sangre en las puertas y un palmar como marcado con sangre, una escena macabra".
El sospechoso
Tras el hallazgo, los efectivos aprehendieron a Agustín Leonel Chiminelli, de 24 años, como presunto autor material y a su padre jubilado, llamado Carlos Rubén, de 69, y a su madre Liliana Esther Sánchez, de 64, quien trabaja como empleada de una farmacia, como supuestos cómplices.
Los investigadores procuraban determinar cuál era el vínculo entre el joven y la víctima ya que nadie sabía de algún tipo de relación entre ambos.
Para ello, la fiscalía envió a peritar los teléfonos secuestrados con el objetivo de establecer esa situación.
En tanto, amigos y vecinos marcharon en la plaza Eduardo Costa de Campana y con aplausos pedían "justicia" por el crimen.