El robo de vehículos y el mercado negro en diferentes ciudades de Río Negro y Neuquén es un problema que no encuentra solución. Esta vez, en un operativo de rutina en Valle Medio, encontraron una camioneta denunciada como sustraída en la vía pública en la capital de la vecina provincia, en diciembre pasado.
El procedimiento se desarrolló el pasado sábado por la tarde-noche, en uno de los caminos rurales que unen Pomona y Lamarque, en proximidades de la escuela 237 Tambor de Tacuarí.
La Brigada Rural decidió controlar un vehículo en el que se transportaban tres personas. Además de controlar la documentación de ellos, se le pidió al conductor la tarjeta verde y el seguro correspondiente a la camioneta Ford Ranger, que a simple vista no arrojaron ninguna anomalía.
Sin embargo el personal policial decidió introducir los datos correspondientes en la aplicación Río Negro Alerta y al chequear la patente en el sistema informático del Registro del Automotor, saltó una alerta de secuestro por robo.
Ante esta situación, la verificación del vehículo fue más profunda, e incluyó el número de chasis y de motor, que extrañamente no había sido adulterado. Asombrados, porque no es lo que sucede habitualmente, desde la Regional V se consultó a la Justicia neuquina y se verificó que el pedido de secuestro estaba vigente.
De acuerdo con la información que se brindó, el robo de la camioneta había ocurrido en diciembre pasado, cuando estaba estacionada en jurisdicción de la Comisaría 2°, en pleno centro neuquino. La denuncia la radicó una mujer que contó lo sucedido en la sede policial.
Si bien se había organizado una búsqueda, hasta el pasado viernes no se había conocido ningún datos sobre la ubicación del vehículo. El hombre que la conducía aseguró haberla comprado de buena fe y que se había demorado en hacer la transferencia por falta de dinero.
De todas maneras se le inició una causa por encubrimiento, relacionada con el robo de la camioneta.