La enorme casa de Pablo Verani, en el selecto barrio Frank de Roca supo ser escenario de distintas protestas de empleados estatales en las épocas más turbulentas del gobierno del líder radical. Desde la muerte del ex gobernador en 2013, en la casona sólo vive su viuda, pero hace más de una semana que no estaba y ese dato es el que manejaban los delincuentes que ingresaron a robar durante el fin de semana. El golpe millonario supera los 70 mil dólares y una una gran cantidad de joyas.
La empleada domestica de la familia Verani llamó esta mañana a la Policía, para dar cuenta del robo en la vivienda del ex gobernador entre 1995 y 2003. La mujer estaba encargada de cumplir con sus tareas en el domicilio de Fleming y Villegas, pese a que desde hace más o menos una semana, la viuda del líder radical rionegrino, Lydia Fernández estaba de viaje en Buenos Aires en compañía de sus hijos María Gloria y Emilio.
En cuestión de minutos un patrullero de la Comisaría 3° llegó al lugar y también los peritos del Gabinete de Criminalística. La empleada doméstica relató que ante la ausencia de su empleadora, ella tenía la responsabilidad de ir todos los días y continuar con sus tareas. Pero que durante el fin de semana no hubo movimientos en la vivienda y que el viernes cuando se retiró, como siempre, colocó la alarma.
El personal policial detectó que las puertas de la vivienda, tanto la de la reja exterior, como la principal sobre calle Fleming y la del quincho sobre calle Villegas, no fueron forzadas, por lo que se desconoce por qué lugar ingresaron a la vivienda. En cuanto al sistema de alarma, los delincuentes cortaron los cables y de esa manera lograron dejarlo fuera de servicio. La casona tampoco cuenta con cámaras de seguridad.
Una vez en el interior, los delincuentes tomaron todos los recaudos y no dejaron el mínimo rastro. Los peritos no encontraron pisadas y tampoco huellas. Por lo que queda claro que utilizaron guantes para realizar el golpe y se cubrieron las zapatillas. Inmediatamente trabajaron en dos lugares puntuales de la vivienda, de la que sin dudas tenían conocimientos precisos.
Las dos cajas de seguridad violentadas están en diferentes sectores de la casa: una en la biblioteca en la planta baja y la otra en el primer piso. De acuerdo con los datos que se conocieron, las dos fueron reventadas y del interior sacaron una suma aproximada de 70 mil dólares y una cantidad importante de joyas.
Inmediatamente luego de la denuncia, la Brigada de Investigaciones de Roca comenzó con su trabajo. El primer paso fue solicitar las grabaciones de las cámaras de seguridad de los vecinos, como también de algunos pocos comercios que se encuentran sobre la transitada calle Villegas, incluso la de una estación de servicio que hay en la esquina.
Aunque toda la información se maneja con absoluta reserva, se cree que los delincuentes contaban con datos muy precisos. Es que desde la muerte de Verani en 2013, en la casa vive su viuda y algunas veces es visitada por su hija María Gloria, que es la única que vivía en Roca, y desde hace un tiempo regresó su hija mayor Viviana. En tanto que Emilio, está radicado hace varias décadas en Buenos Aires.
Sorprendió a los investigadores que las puertas no hayan sido forzadas, el conocimiento de los sistemas de seguridad y el lugar donde están empotradas las cajas fuertes. Del mismo modo, contaban con el dato de que durante el fin de semana nadie iba a llegar a la vivienda.