El asalto sufrido por el administrador de los negocios de Joseph Lewis en Argentina, Nicolás Van Ditmar no es un hecho más en Río Negro. Es que el empresario tiene vínculos cercanos con el poder y rápidamente movió las fichas para que se esclarezca. No fue al voleo por la planificación, por la cantidad de delincuentes y por enfrentarse a un hombre que siempre anda con una pistola 9 milímetros en la cintura. Por ahora lo único que tienen los investigadores es la camioneta RAM que fue encontrada abandonada en un barrio de El Bolsón.
La información sobre el hallazgo de la camioneta último modelo del empresario la dio el propio Jefe de Policía Osvaldo Tellería, que llegó a El Bolsón para seguir de cerca la investigación. Un triste privilegio que sólo pueden tener los poderosos en Río Negro, ya que en hechos de mucha trascendencia como los femicidios de Patricia Rondón en Catriel, el de Agustina Fernández en Cipolletti, o el homicidio del comerciante Lucas Valentini en Choele Choel, el comisario General estuvo ausente y mandó a su segundo a escuchar los reclamos de mayor seguridad y equipamiento para la Policía.
Según lo que confirmó Tellería, la camioneta fue hallada cerca de las 15, en una zona boscosa de la ciudad, conocida como Loma del Medio, en las calles Che Guevara y John Lennon. Según los vecinos, escucharon el motor de un vehículo cerca de las 21.30 de ayer, pero nadie pudo aportar datos de quienes la dejaron ahí o en qué se fueron del lugar.
La RAM negra estaba oculta entre las plantaciones del lugar y en la caja no estaba la moto que el empresario denunció que tenía cargada cuando los ladrones se la llevaron de su casa, en el exclusivo y polémico barrio La Balconada en la zona de Mallín Ahogado en la ladera del cerro Perito Moreno, donde una de las sociedades que integra tiene la concesión del centro de esquí.
El empresario sufrió una entradera en su mansión, estaba junto con su esposa y su mucama. Aunque no quiso hacer la denuncia en la Policía y tampoco que lo atienda el personal de Salud Pública, se supo que Van Ditmar fue abordado por cinco personas encapuchadas y con armas cortas en sus manos.
Trascendió que lo primero que hicieron fue inmovilizarlo y sacarle la pistola Glok 9 milímetros que el empresario lleva permanentemente en la cintura. Luego lo golpearon en la cabeza y maniataron. También hicieron lo mismo con la esposa y la empleada doméstica.
El monto de lo robado tiene un valor incalculable. La Policía desconoce la cifra porque Van Ditmar brindó sólo algunos datos, pero no quiso hacer la denuncia. Recién cerca de las 10 de la mañana se presentó en la fiscalía. Fue recibido por directamente por el fiscal Marco Sosa Lukman, que ya estaba anoticiado de lo sucedido. El empresario pidió absoluta reserva.
De todas maneras Mejor Informado pudo conseguir información de cómo sucedieron los hechos. Entre las 20.30 y las 20.40, los cinco hombres sorprendieron a Van Ditmar. Según las primeras averiguaciones, se encontraban armados y habrían subido desde la Pampa de Luden, a pie hasta la vivienda. Mientras maniataban a los ocupantes de la casa y comenzaban a revisar todo, insistían en saber como encontrar a Sami Maza, el gerente del cerro Perito Moreno y le exigían la recaudación del centro de esquí.
En un primer momento trascendió que se habían llevado teléfonos celulares, relojes carísimos, muchas joyas y dinero en efectivo. "Dólares y pesos", confió uno de los investigadores, que además confirmó que los ladrones robaron la pistola Glok del empresario. El monto del botín no fue difundido, pero fuentes cercanas a la causa sólo se animaron a asegurar que se trata de "mucho, mucho, el equivalente a varios de millones de pesos".
Por orden de la fiscalía se reforzaron los controles en la ciudad y además solicitaron colaboración a la Policía de Chubut y a Gendarmería Nacional, pero ninguno de los procedimientos desarrollados tuvo resultado positivo. También se aguarda las pericias de Criminalística en la camioneta, sobre todo en búsqueda de huellas y de pisadas, que permitan identificar a los autores del certero golpe contra el administrador del magnate Joe Lewis, dueño de Lago Escondido.