Tras una persecución cinematográfica, un conocido narco fue atrapado en el sector norte de Roca. Dentro del auto llevaba una pistola automática calibre 40 y un fusil semiautomático. El hombre de 33 años estuvo involucrado en causas por tenencia y venta de drogas y logró el sobreseimiento en abril de este año por parte del Tribunal Oral Federal de Roca.
Ignacio David Quilodrán vive en una verdadera fortaleza en el barrio Entre Aguas. Compró dos terrenos y construyó una casa infranqueable, con paredones de 3 metros de alto y 12 cámaras de vigilancia. Hace unos años, desde la Comisaría 33° de Allen llegaron para allanar por una causa vinculada con la venta de drogas.
El caso por jurisdicción llegó a la Justicia Federal, el hombre reconoció su culpabilidad y se sometió a una suspensión de juicio a prueba. Pagó 15 mil pesos de multa que fue destinada al hospital de Roca y luego de un año de cumplir pautas de conducta, en abril de este año logró el sobreseimiento.
Sólo cinco meses después, Quilodrán fue detenido. En un Peugeot 408 de color negro fue observado por uniformados de la Comisaría 21° en inmediaciones de Damas Patricias y Evita. Cuando los policías intentaron acercarse, el auto salió a toda velocidad. La persecución llegó hasta Montevideo y San Juan, donde le bloquearon el paso y debió entregarse. El narco iba acompañado de otro conocido por sus relaciones con la venta de drogas, Exequiel Fica, de 30 años.
A simple vista, desde una de las ventanillas, los policías alcanzaron a ver que en el asiento trasero del Peugeot 408 había un fusil semiautomático. Con la orden judicial requisaron el auto y secuestraron el arma. Se trata de una moderna y costosa Tippmann M4 calibre 22; en tanto que uno de los dos ocupantes, entre sus ropas llevaba una pistola automática Bersa calibre 40.
Ambos quedaron detenidos y se aguarda que en las próximas horas se realice la formulación de cargos correspondiente por la tenencia de armas.