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Dejó en ridículo a la Policía y ahora se entregó

El Moncho Rivero se escapó dos veces, primero esposado y después hizo un boquete en la Comisaría, decidió presentarse de manera voluntaria.
Lunes, 25 de septiembre de 2023 a las 15:52

No hay muchos antecedentes de un ladrón que se escapa esposado durante el mismo procedmiento en el que lo están apresando. Tampoco de presos que se fugan tras hacer a patadas un boquete en el calabozo. La cuestionada Policía de Río Negro puede dar fe que un delincuente dejó en ridículos a los uniformados de dos comisarías diferentes. Y aunque el operativo para recapturarlo fue intenso, los investigadores no pudieron encontrarlo, entonces Pablo Simon Rivero decidió, por su propia voluntad, entregarse en la fiscalía.

El hecho por el cual buscaban a El Moncho Rivero sucedió hace justo una semana, cuando dos delincuentes ingresaron a las cocheras de las torres Roca y General Paz, de Cinco Saltos y se llevaron una moderna y costosa KTM Duke 200cc. que estaba estacionada. Un vecino alertó a la Policía de que dos personas intentaban poner en marcha la moto a pocas cuadras del lugar, pero cuando llegó el móvil se dieron a la fuga.

En la zona de El 30 sobre la costa del Canal Principal en Cipolletti, un patrullero de la Comisaría 32° de esa ciudad logró cortar la huida. Luego de esposar a los delincuentes y mientras se realizaban las tareas administrativas de rigor, El Moncho desapareció. Pese al intento desesperado, los policías de la Unidad del barrio La Paz no lograron encontrarlo. 

Varias horas después lo hizo la Brigada Rural, que lo halló mientras caminaba por una camino de chacras cerca de Cinco Saltos. Para sorpresa de los uniformados, aún caminaba con las esposas en sus muñecas. Inmediatamente fue llevado a la Comisaría 7° donde quedó alojado en un calabozo. Pero cuando lo fueron a ver en el cambio de guardia, Rivero ya no estaba

La información que trascendió, porque no existió un comunicado oficial al respecto para explicar la bochornoza situación, es que a patadas abrió un boquete en una de las paredes del calabozo, salió a un patio interno y desde allí se fue sin dejar rastros.

Pese al operativo que se montó para hallarlo, no pudieron dar con él hasta que por sus propios medios llegó a la sede de la fiscalía, donde se anunció en la mesa de entradas y le explicó al personal judicial que llegaba para entregarse después de permanecer prófugo cinco días.

Finalmente hoy, y por un acuerdo en juicio abreviado, la Justicia resolvió que Rivero debe permanecer 2 años preso por los distintos hechos delictivos que protagonizó la última semana. En el robo de la moto, la formulación de cargos fue benévola, ya que se probó que sólo fue campana para que no descubran a su cómplice. Y también lo acusaron por evasión, por la fuga de la Comisaría 7°.

Pero su raid delictivo no tiene sólo que ver con el robo de la KTM y todo lo que vino después. Es que el día anterior a ese robo, el hombre fue descubierto cuando robaba herramientas de un quincho, cuando lo quisieron detener, atacó a un policía con un arma blanca.

La fiscalía y la defensa oficial, que representó a Rivero, llegaron a un acuerdo y ante la aceptación de culpabilidad en todos los cargos que le formularon, el juez le dictó una condena de 2 años de prisión de cumplimiento efectivo. Su cómplice en el robo de la moto, fue condenado a 3 años la semana pasada también tras un juicio abreviado.

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