Presa de un ataque de ansiedad, que hizo que los pasajeros denunciaran su conducta y que los choferes, desbordados por la situación, tomaran la decisión de "bajarlo" del micro de larga distancia en el que se movilizaba.
Así llegó Ramón De León Pérez, de 59 años, a Piedra del Águila. Viajaba desde Esquel, en Chubut, en el mismo transporte de pasajeros con el que atravesó Bariloche. Su destino final se ubicaba más al sur, pero un cuadro que aún deben dilucidar y que podría estar vinculado al abuso de sustancias o a un lapsus mental cambió sus planes.
Aterrizó en suelo neuquino, y allí habría permanecido 3 o 4 días. El Ministerio Público Fiscal investiga qué pasó en esa franja. Porque luego, el día 15 de este mes, fue visto en una estación de servicio de la localidad de Azul, en la Provincia de Buenos Aires.
Piensan que a ese punto llegó manejando el vehículo de Olga Delina Quinteros, la ex docente jubilada que hallaron muerta en su casa de Piedra del Águila Dieron con ella porque en Azul, justamente, vieron su móvil abandonado. La policía bonaerense chequeó la titularidad del vehículo, se contactó con sus pares neuquinos y al ir a la vivienda acompañados de familiares encontraron su cadáver. Llevaba al menos cuatro días fallecida.
Sobre la relación entre Olga y el detenido aún están indagando. A través de cámaras y testimonios de vecinos la Fiscalía busca determinar si en esos días en los que el dominicano estuvo en Piedra del Águila trabó algún vínculo con ella, tal vez circunstancial.
Como el hombre es soldador y trabajó como obrero en distintas empresas, algunas fuentes no descartan que se haya ofrecido para realizar tareas de reparación o mantenimiento domiciliario.
¿Qué se sabe del hombre detenido?
Ramón De León Pérez, de 59 años, nació en República Dominicana, pero reside desde hace tiempo en Argentina.
Es soldador, y antes de llegar accidentalmente a Piedra del Águila vivió al menos dos años en Chubut.
Allí se le iniciaron causas por violencia de género, todas contra una ex pareja, a la que agredió brutalmente en varias oportunidades.
En 2024 la siguió mientras caminaba hacia una parada de colectivos, la arrastró hacia él tirándole del cabello y le mordió una ceja. Luego le quitó el celular. Un año antes también la había lesionado, y le había quitado el teléfono. Por estas causas tiene una condena de prisión en suspenso, ya que no posee antecedentes penales previos a esos ataques.