Un vendedor de medias fue condenado a 4 años y 6 meses de cárcel por haber robado una camioneta a punta de pistola, iniciado una persecución con la policía y disparar a los efectivos en plena ruta. Además deberá pagar $3 millones para reparar daños que ocasionó.
El hecho sucedió el pasado 10 de diciembre, en una estación de servicios ubicada en la Autovía Norte. Allí un empleado de una petrolera esperaba que su compañero vuelva de comprar ubicado en el asiento de conductor de una Toyota Hilux. En ese momento apareció el hombre en cuestión: un vendedor ambulante que ofrecía medias.
Ante la negativa del hombre, el acusado -identificado como Bernardo Colipe- sacó un arma, lo apuntó para obligarlo a bajar de la camioneta y escapó manejando en dirección a Senillosa. En su huida se cruzó con una camioneta de la Policía Provincial y la chocó queriéndola desestabilizar. Algo que no consiguió
A raíz de ese hecho, los efectivos policiales comenzaron la persecución del acusado y también avisaron a otros efectivos para realizar un operativo y detenerlo. Durante el trayecto, Colipe disparó contra el patrullero en varias oportunidades sin lesionar a ninguno de los efectivos.
Además, como si para el hombre se tratara de un juego de computadoras, le disparó al conductor de un camión de carga de nafta con el objetivo de provocar un accidente que detenga la persecución. Pero tampoco lo consiguió.
Finalmente, a metros del ingreso a Plaza Huincul oficiales de la ciudad armaron una barricada para impedir su paso. A Colipe tampoco le importó y arrasó con todo a su paso destruyendo dos motos que formaban parte del retén. Pudo continuar, pero la camioneta sufrió un desperfecto mecánico a raíz de los impactos por lo que tuvo que descender y salir corriendo.
Por todo esto fue condenado a 4 años y 6 meses de cárcel, pero también recomponer los daños ocasionados a la Provincia en dicho operativo: la camioneta dañada y las dos motos destruidas.