Hay ya conciliación obligatoria frente al paro de petroleros. Lo que pasó es inédito en la historia sindical argentina: las empresas pidieron conciliación y el ministerio la otorgó, todo antes que el paro comenzara. Esto obligó, por ende, a anunciar que el paro ya había empezado este miércoles y que se extendería hasta las 12 del jueves.
Es decir: el paro empezó antes de empezar, y terminó sin haber empezado. El gremio esperará la notificación de Trabajo para levantar la medida. La cámara empresaria consigue así lo suyo sin mayor costo, y el sindicato queda librado de responsabilidad, pues la situación, como en toda conciliación, volverá todo a fojas cero y momentáneamente quedarán desactivados tanto despidos como suspensiones.
La situación es entendible en medio del vértigo político que envuelve, como una frazada en pleno verano, a Vaca Muerta; con el contexto de una transición entre un gobierno que se va, otro que viene pero que todavía no empieza, y una situación económica concreta –mala- de las empresas de servicio, con aval de las principales operadoras para hacer sus jugadas, con la consecuente presión hacia todos los costados de influencia política.