Pacientemente, Hannu Tikkanen trazó una antena de mil metros en el espeso Bosque Caliente, 800 kilómetros al norte de la capital finlandesa Helsinki. A mitad de ese camino cruzó el Círculo Polar Ártico. Orientó la antena hacia América del Sur y escuchó con nitidez la programación de la neuquina AM 550 La Primera. Registró las voces, la música, la programación y la detalló luego en un mensaje enviado a la radio. A los dos días, estaba en directo en el programa “Mejor Informado Radio”, contando la experiencia. El oyente del Polo Norte se transformó en voz e imagen, en confesiones de ese hobby de sintonizar emisoras del mundo, en protagonista de una de las radios más escuchadas de este sur del mundo.
En medio del frío y la nieve permanente del norte de Finlandia ¿qué impulsa a una persona a tomar contacto con el mundo a través de la recepción de una radio que está en el otro extremo del planeta?. Con un tropezado castellano (que aprendió en la universidad) y con la ayuda en la traducción de la periodista Jorgelina Reyente, Hannu confiesa la adrenalina que significa escuchar una voz, una música que vienen casi del otro Polo terráqueo. Y no oculta la alegría de que luego pueda conocer a través de zoom a quienes escuchó hace muy poco a través del aire gélido finlandés.
Con seis horas de diferencia entre Argentina y Finlandia, Hannu vive en Espoo, parte del conurbano de Helsinki y en medio de la llamada ciudad más inteligente y tecnológica del mundo, a raíz de la instalación allí de las fábricas de elementos digitales más avanzadas del planeta.
En medio de ese desarrollo tecnológico, cuando todas las comunicaciones no tienen fronteras a través de la emisión por internet, la AM 550 además hace honor al mismo nacimiento de la radiofonía hace más de cien años: por aire, el mundo está al alcance de la radio.