Guardias colapsadas, salas colmadas, con médicos 24 horas sin descanso y tomando decisiones extremas. Así transcurren los días en los hospitales neuquinos.
Ayer, el Bouquet Roldán vivió ese escenario. Tres pacientes debieron ser intubados con los últimos respiradores disponibles, lo que obligo a volver a utilizar los cascos Helmet para otros pacientes que se descompensaron y necesitaban ventilarse, algunos lograron ser derivados a clínicas privadas que disponían circunstancialmente de una cama, otros con ayuda de respiración mecánica manual.
Todos esfuerzos sobrehumanos para mantener con vida a personas jóvenes, en la mayoría de los casos, teniendo en cuenta que el hospital no es de alta complejidad.
La médica Alejandra Sagarna habló en Noticiero Central 24/7 Primera Edición. Vea la nota.