El pasado 5 de octubre, se dieron a conocer una serie de audios que el soldado Pablo Jesús Córdoba grabó con su celular en los que le pide perdón a la familia, les agradece por todo lo que hicieron por él y en uno de ellos reconoce que "ahora mismo estoy pensando en hacerlo y por si llego a hacerlo quiero dejar esta nota para mi familia". Aunque la familia se presentó como querellante y presiona en los medios para que el juez subrogante Hugo Greca cambie la caratula a homicidio, la Justicia Federal mantiene abierta todas las hipótesis, sobre todo al no poder descartar que haya sido un suicidio o un crimen. En comunicación con Radio Mitre Patagonia, su madre, Natalia Uribe, asegura que en el último mes la causa se encuentra paralizada.
"Lo único que solicitó el juez es una ampliación de la autopsia con la exhumación del cuerpo, es la segunda ampliación que solicita, esta vez se la encomendó a la Corte Suprema de Justicia", explicó Uribe y prosiguió: "Creemos que el juez está buscando argumentos que le permitan determinar el suicidio de mi hijo, aunque todas las evidencias apunten a lo contrario".
Las pruebas realizadas apuntan a un homicidio, ya que el soldado no tenía restos de pólvora en las manos e incluso su fusil fue limpiado luego del siniestro. La familia se mantiene firme en esta teoría, dado que Córdoba tenía dos disparos en su cuerpo y los límites biológicos determinan la imposibilidad de autolesiones: "Ambos disparos le habrían impedido gatillar nuevamente", afirmó su madre.
Al ser consultada por las posibles motivaciones de la justicia en el retroceso de la causa, Natalia asevera que "quizás hay aprietes por parte del ejército... sino, es inexplicable semejante entorpecimiento de la causa". Otra teoría apunta a los intereses personales del juez Hugo Greca, quien se encuentra concursando para ascender a la cámara, "es un tema que quiere tener lo más silenciado posible, para no manchar su carrera", concluyó Natalia.
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