Las elecciones todo lo pueden. Políticos sonriendo con promesas de todo tipo son las figuras acostumbradas en el periodo preelectoral, pero también hay otras formas de hacer campaña, que tiene que ver con actos de gobierno. Y sin dudas que a poco más de dos semanas para elegir quién será gobernador o gobernadora de Río Negro el clima de tensión con los empleados públicos no colabora con la intención del oficialismo de continuar en el poder con el regreso de Alberto Weretilneck. Y aunque el cipoleño y Arabela Carreras no pasan su mejor momento, la gobernadora debió recular y convocó a una paritaria de urgencia, que en un primer momento estaba prevista para el próximo lunes.
Los reflejos de la mandataria están bastante flojos, no pudo anticiparse al conflicto y mucho menos a guardar silencio en pos de mejorar la relación y poder mantener un diálogo con los sindicatos que aún no firmaron la propuesta salarial, Otros aseguran que no intentó ninguna nueva negociación para hacer crecer el nerviosismo en el candidato de su propia fuerza, quien aún no le garantizó su continuidad en la vida política de la provincia cuando finalice su mandato en diciembre.
De todas maneras, dentro de Juntos Somos Río Negro le advirtieron que atentar contra la paz social a poco de las elecciones era una situación compleja que podría derivar en la pérdida de votos de Weretilneck. Y que ella había dado su palabra de evitar cualquier conflicto gremial en la carrera del cipoleño por volver a ser gobernador.
Con muy poco margen de maniobra, con los docentes de paro y tres días más de huelga la semana que viene, con los policías intentando tomar comisarías y dos encadenadas en la Regional de Roca, y con ASPUR paralizando los hospitales de toda la provincia, Carreras debió retroceder y convocó a una paritaria de urgencia para mañana a las 13.
Claro que antes utilizó a ATE, un aliado de su gestión. Los de pechera verde fueron unos de los primeros en aceptar la propuesta salarial, pero en las últimas horas realizaron un pedido de revisión por el alto riesgo de "escalamiento del conflicto". Y como casi siempre que desde ese sindicato protestan, Carreras contestó con la convocatoria.
Los docentes de UnTER deberán sentarse en el Ministerio de Trabajo, el mismo que los notificó de la conciliación obligatoria y que en el Congreso de Allen del pasado lunes el gremio decidió no acatar. También la misma cartera que le fijó multas millonarias y amenazó con retirarle la personería gremial. En tanto que ATE y UPCN, como siempre se sentarán en el Consejo de la Función Pública.
Ante el no acatamiento de la orden para levantar las medidas y retrotraer el conflicto, el gobierno había tensado aún más la relación al publicar los sueldos de los docentes e insistir que se encuentran en el top cinco del ranking nacional. Y aunque ahora convocó a los maestros a una nueva mesa paritaria, también aclararon que uno de los puntos a discutir será el recupero de los días de clases.