En un establecimiento avícola de Senillosa se encontraron 80 gallinas muertas el pasado sábado. Debido a esto, tuvo que intervenir el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que este lunes por la noche detectó la presencia de gripe aviar en una de las muestras tomadas en la granja. Ahora, tras la confirmación del caso positivo, se deberán sacrificar 9.291 gallinas y pollos en las próximas horas, al tratarse de un virus altamente contagioso.
La granja afectada se dedica a las aves de recría y producción de huevos. Desde el SENASA explicaron que allí está trabajando personal de la empresa, coordinadores regionales de Sanidad Animal, Protección Vegetal, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, como así también profesionales de Salud Pública del Neuquén.
El procedimiento para sacrificar los animales implica la utilización de garrafas de dióxido de carbono, que provoca que las aves se adormezcan y mueran por la falta de aire. El objetivo, a su vez, es que las aves no sufran durante el proceso.
Una vez muertas, y bajo estrictas medidas de bioseguridad, deberán enterrarse a 1.80 metros para evitar que aves carroñeras u otros animales las consuman. Cuando se hayan sacado todas las aves de la avícola, se debe realizar una extrema limpieza del lugar. Además, se irá repitiendo esto de forma periódica durante cerca de 30 días. Una vez terminado ese periodo, la granja podrá retomar su producción habitual.
Este tercer caso de gripe aviar en Neuquén, confirmado por el SENASA en las últimas horas, se suma a los registrados en San Patricio del Chañar y en Laguna Blanca, en Zapala.