Usar el teléfono mientras se conduce no sólo constituye una irresponsabilidad mayúscula, sino también un riesgo innecesario para el tránsito en general. Aun así hay quienes persisten en esa reprochable actitud. Sin ir más lejos como, lo hizo una taxista de Cipolletti, que chocó contra una Nissan Frontier y le provocó serias lesiones a una mujer que viajaba como acompañante.
El conductor de la camioneta había frenado para ceder el paso en una esquina y el Corsa los impactó de atrás, con lo que le causó daños al rodado y heridas a la mujer, que requirió asistencia médica. Eso ocurrió en el cruce de Arenales y Jorge Newbery.
La pareja inició un juicio civil por los daños; y apuntó tanto contra la taxista como contra el propietario del vehículo, a quienes no sólo les reclamó por los daños materiales que sufrió la camioneta en su parte trasera, sino también por los gastos de asistencia médica y de farmacia; además del daño moral.
Los estudios médicos dieron cuenta de que el incidente le provocó a la mujer traumatismos en su columna cervical y lumbar. Es por eso que debió someterse a tratamientos y su incapacidad laboral se calculó en un 13 por ciento.
La sentencia consideró que la taxista debía guardar una distancia de separación respecto del automotor que tenía adelante, pero no profundizó acerca del uso del celular. De todos modos, la taxista, el propietario del coche y la aseguradora fueron condenadas y deberán pagarle a la pareja una suma de dinero por los daños patrimoniales y extrapatrimoniales. Sin embargo, la sentencia es de primera instancia y no está firme porque puede ser apelada.