Este miércoles, vecinos de la localidad de Cipolletti se concentraron en la Plaza de la Justicia para conmemorar el aniversario de la muerte de Agustina Fernández. La joven pampeana se había radicado en la ciudad rionegrina para estudiar medicina, pero el 2 de julio fue atacada en su edificio y quedó con muerte cerebral. Al principio, se sospechaba de un asesinato en el medio de un robo. Pero después, todo indicó que se trató de un femicidio, donde el principal sospechoso es su vecino, Pablo Parra.
"Insistiendo con que se acelere el juicio, podamos tener la palabra perpetua y tener un poco de paz", dijo la madre de Agustina a Prima Multimedios antes de que arranquen las actividades. Allí mismo, no se refirió solamente al principal acusado (quien está en prisión preventiva), sino que también habló de "cómplices": "Hay gente que lo ayudó, no sólo con la cuartada, sino en el speech y el coaching".
"La gente que ayudó y colaboró, encubrió y tiene las manos tan sucias como el asesino. Yo no voy a parar: miedo no tengo", sostuvo tras la suelta de globos en memoria de su hija.
Como bien remarcó MejorInformado, la madre luchó sola contra el sistema cuando los medios y la justicia no mencionaban a Parra como posible autor del crimen. Asimismo, junto a su familia decidieron cumplir la voluntad de su hija y donar sus órganos.
Parra, amigo y vecino de Agustina, había configurado la escena de un robo violento en su relato. Pero a los meses, esa historia narrada de forma tan precisa pasó a verse como una coartada. Mientras está en prisión preventiva (por el momento, hasta fines de septiembre) a la espera del juicio por jurado popular, la fiscalía termina de reunir todas las pruebas necesarias antes del juicio.