Javier Milei logró un resultado impactante en las elecciones PASO al posicionarse como el candidato más votado tanto en términos individuales como en el cómputo global de todas las fuerzas políticas. A pesar de las especulaciones sobre una posible disminución de su imagen, Milei centró su discurso en ofrecer certidumbre sobre sus posibles acciones en un eventual gobierno. Su publicación detallada de un plan de medidas contribuyó a llenar un vacío de propuestas para un electorado que carecía de opciones claras por parte de otros precandidatos.
El revés que Milei experimentó meses atrás al abordar temas delicados como la donación de órganos y personas resultó ser el incidente fortuito que encauzó su campaña. Sus asesores políticos actuaron en respuesta a las alertas generadas por ese episodio, instándolo a evitar tales debates con los medios.
Con esta estrategia en mente, el diputado nacional se enfocó en sus medidas de reforma del Estado, su crítica hacia la clase política, sus propuestas macroeconómicas y su énfasis en el tema de la seguridad, promoviendo la doctrina de "el que las hace, las paga".
A principios de agosto, Milei desglosó en sus redes sociales su plan de gobierno para las elecciones. Este plan incluye una importante reducción del gasto público, la eliminación de impuestos nacionales y una revisión de las leyes laborales y cambiarias.
En primer lugar, propone ajustes en la Administración Pública, reduciendo los ministerios a ocho: Economía, Justicia, Interior, Seguridad, Defensa, Infraestructura, Relaciones Exteriores y la creación del Ministerio de Capital Humano, que agruparía Desarrollo Social, Educación y Salud.
Esta reforma también contempla la eliminación de jefaturas, secretarías y direcciones internas, así como el despido de empleados no permanentes. Los empleados de carrera serían reasignados según las necesidades.
Milei también anunció su intención de privatizar todas las empresas estatales, incluyendo Télam, TV Pública, INCAA e INADI, sin importar si generan superávit en el momento de su asunción.
Frente al argumento de que el modelo económico actual no funciona, propone un enfoque de medidas secuenciales, que incluyen una reducción drástica del gasto público que impactaría un 15% del PIB, una reducción del 90% de los impuestos (equivalente al 2% del producto), una modernización laboral basada en seguros de desempleo similares a los de la UOCRA, apertura comercial unilateral, eliminación del Banco Central con rescate de pasivos para fomentar la dolarización y una promoción de inversiones en minería, hidrocarburos, energías renovables y más.
Milei subraya su plan de privatización de la salud y educación públicas, así como la implementación de "vouchers" para pagar la educación. A pesar de esto, enfatiza que no habrá recortes inmediatos en la asistencia social y que esto se realizará a medida que el modelo económico de libertad permita la creación de riqueza y bienestar.
El líder de La Libertad Avanza también reiteró su plan de eliminar la obra pública y fomentar esquemas de iniciativa privada y fideicomisos de urbanización. En última instancia, Milei aspira a promover la libre elección y competencia en la educación, en línea con su visión de una economía basada en la libertad y la responsabilidad individual.