La naturaleza es sabia en todos sus ámbitos. No hay nada librado al azar. Todos tienen una misión para cumplir. Solo hace falta conectar. Y en ese concierto de virtudes los caballos están dotados de un poder de sanación maravilloso y real. La equinoterapia logra reunir todos esos beneficios terapéuticos y curativos en sesiones cuidadas y muy profesionales. En Zapala, desde hace mucho tiempo funciona TACA Equinoterapia “Hueney Cawell” y a través de un equipo interdisciplinario han logrado excelentes resultados. Durante este último fin de semana se vivió un “verdadero milagro de conexión” entre la niña Alma y el caballo al que pudo montar.
“Entre lágrimas y sonrisas veía como disfrutabas de ese momento con Torito, te veía tan feliz que no pude contener mi emoción, gracias Paseos A Caballo Taca por su profesionalismo, Alma lo disfrutó muchísimo”, contó su mamá Carlina Soledad Gómez apenas finalizó esa gratificante sesión.
Alma y su espectro autista
La pequeña Alma Jazmín Ramírez tiene 13 años y es alumna regular de la Escuela Especial 5 “Suyai” de Zapala. “Ella tiene un trastorno generalizado en el desarrollo. Es una condición que forma parte del espectro autista. Una de las dificultades más grandes es que no puede hablar, lo que le impide mucho la comunicación y su relación con los demás”, contó la mamá. Además, relató que ella tiene un hermano que se llama Bruno (de 22 años) que atraviesa casualmente el mismo diagnóstico y condición. “Es algo genético que en mis embarazos pasa. Por esta razón ambos tienen el mismo diagnóstico”, expresó Carlina.
En este sentido subrayó que la vida no ha sido fácil pero que siempre estuvo y está dispuesta a seguir batallando con y por sus hijos. “En nuestra familia somos nosotros tres y claro que la vida se hace difícil con dos hijos con este diagnóstico pero cada día le vamos poniendo onda y garra para avanzar un poco más. Muchas veces se hace cuesta arriba, pero siempre con la mejor voluntad”, manifestó con orgullo y convicción la mamá.
La lucha de Carlina ha sido a destajo pero siempre dando todo por sus hijos y buscando cada vez más oportunidades para mejorar su calidad de vida. Al respecto, señaló que “Alma fue diagnosticada cuando tenía 2 años y medio y Bruno cuando tenía 6 años. Antes no se hablaba tanto de autismo y de esta condición. Ahora hay mayor concientización tanto en las escuelas como en la sociedad misma pero aún hay mucho camino por recorrer”.
El poder de la equinoterapia
Volviendo a la primera experiencia de Alma en el mundo de la “sanación con caballos”, indicó que “verla en equinoterapia y que haya podido subir al caballo sin problemas y ponerse el casco fue increíble. Fue como un verdadero milagro verla tan conectada y tan dada con la actividad”, expresó la mamá con satisfacción.
Además guardó palabras de elogios para el equipo de TACA. “Los chicos muy comprometidos y profesionales. Cuando llegó al predio le tenían un espejo porque yo les había contado en la entrevista que a ella le gustan muchos los espejos para jugar, mirarse y conectarse”, contó. Luego de esta actividad, llegó la hora de subirse a “Torito” y la magia y el poder de Dios fue absoluto. “La conexión fue inmediata y a mí se me cayeron las lágrimas de emoción y estoy muy agradecida con sus profesores”, finalizó Carlina.
Por su parte desde TACA Equinoterapia, Piuqué Leuno, quien lidera el equipo, también expresó en sus redes sociales lo que sucedió durante el fin de semana. “Hoy conocimos a Alma. Fue un hermoso momento. Jugamos en el espejo y después subimos a “Torito”. Es una gran amazona. Gracias a Almita y a su familia por confiar en nuestro equipo”, comentó.