La apreciación del peso argentino frente al chileno, sumada a la baja carga impositiva del país trasandino, creó una tendencia imparable: miles de argentinos eligen cruzar la cordillera para realizar compras a precios significativamente más bajos. Aunque el costo del viaje puede ser elevado, sobre todo para quienes viven lejos de la frontera, la diferencia en los valores justifica la inversión ya que pueden conseguirse a un 70 por ciento menos.
Las agencias de turismo y transporte terrestre se sumaron al boom, ofreciendo tours de compras que abaratan el traslado. Los productos tecnológicos y de consumo son los más buscados, y algunos de ellos cuestan menos de la mitad que en Argentina.
Uno de los ejemplos más claros es el de las zapatillas deportivas. Un par de Adidas Galaxy 6, que en Argentina se venden por $62.999, se consigue en Chile por el equivalente a $36.976, generando una gran diferencia. La tecnología también está a la cabeza: un televisor LED LG 4K de 50 pulgadas, que en Argentina cuesta $720.000, en Chile se consigue a $452.086, marcando una diferencia del 59%.
Otro de los productos más codiciados es la telefonía celular. Un Samsung S24, vendido en Argentina a $1.749.999, puede comprarse en Chile por $958.986, lo que representa una brecha de más del 40%. La compra de neumáticos es también un gran atractivo: un juego de Bridgestone 185/60 R15 en Chile cuesta $105.353, mientras que en Argentina su precio llega a $198.000, una diferencia del 87%.
El equipamiento para bebés también muestra diferencias notables. Un cochecito de marca que en Argentina vale $200.000, en Chile se consigue por $127.410.