Los incendios forestales en la Cordillera de Los Andes arrasan con todo en su camino. Además de la vegetación nativa y milenaria, el fuego afecta gravemente a la fauna nativa e introducida que habita en la Patagonia Argentina.
Según Mundo Vivo, una Organización No Gubernamental (ONG) que se dedica a la protección del medio ambiente y los derechos humanos, muchas especies que son elementales para la salud del ambiente están en peligro de extinción. Ahora, con esta amenaza que se re repite todos los veranos, su situación es aún más crítica.
No solo corre riesgo en los incendios el huemul o el abejorro patagónico, por ejemplo, sino también animales introducidos como: vacas, caballos, ovejas y animales de compañía como perros y gatos.
El abejorro patagónico o mangangá es color casi cobrizo, con la cabeza, antenas y patas negras. Es sumamente importante para el ecosistema, principalmente para las plantas, porque al buscar en ellas el néctar para alimentarse se llevan pegado en el cuerpo el polen que luego, al visitar otra flor, dejan depositado.
El huemul, el ciervo más austral del planeta, está catalogado en peligro de extinción. Se estima que en el mundo hay menos de 500 ejemplares y por la caza mayor y por la transformación de su hábitat, sus poblaciones han quedado fragmentadas en la Patagonia.
El huillín, una especie emblema del área protegida y en peligro de extinción, es conocida como una gran nadadora y pariente de las nutrias. Habita exclusivamente los ambientes acuáticos de la región patagónica argentina y chilena y "su presencia en el ecosistema es indicadora de un ambiente sano", describieron en Mundo Vivo.
Los incendios también alcanzaron los hábitats de otros animales como el monito de monte, chinchillón común y el pudú. El monito de monte es una "curiosidad" en la evolución ya que es una especie que solo vive en Argentina y Chile y es pariente de los canguros de Australia. Es un animal jardinero, crucial para el ciclo, ya que bota las semillas de las frutas que come.
En el caso del pudú, es uno de los ciervos más pequeños del mundo. Pueden medir hasta 45 centímetros y se alimentan de hojas y brotes tiernos de árboles y arbustos principalmente.
En tanto, el Chinchillón común es un roedor que habita zonas rocosas y a veces inaccesibles, porque pueden llegar a estar hasta los 5.000 metros de altura.
Respecto a las especies de aves, la paloma araucana, lechuza bataraz, picaflor rubí, carpintero gigante patagónico, búho patirrufo, chucao, y picolezna patagónico, entre otras, se ven afectadas.
A su vez, otras especies como el puma -el felino más grande que ronronea-, el gato montés y el gato huiña -el felino más amenazado del bosque andino patagónico-, sufren las consecuencias de la destrucción de su ecosistema.