El ministro de Economía, Producción e Industria de Neuquén, Guillermo Koenig, destacó que la provincia logró un superávit sin recortes en áreas clave como educación, seguridad y salud, y sin detener la inversión en infraestructura. A pesar del complejo contexto económico, el gobierno implementó medidas de austeridad que permitieron equilibrar las cuentas sin afectar el desarrollo.
Koenig explicó que Neuquén cuenta con un 60% de sus ingresos dolarizados, lo que genera complicaciones debido a que la inflación supera al tipo de cambio. Además, mencionó la baja en los precios internacionales del petróleo como otro factor que impacta en la recaudación. Sin embargo, resaltó que la administración provincial se anticipó a este escenario con una política de control del gasto.
El ministro informó que en 2023 la provincia cerró con un superávit de 590 millones de dólares, luego de haber reducido en mil millones de dólares los egresos. “Si no hubiésemos realizado ese ajuste, en vez de un superávit hubiésemos presentado déficit”, afirmó. Subrayó que la directriz del gobernador Rolando Figueroa fue ser estrictos con el gasto sin afectar la provisión de servicios esenciales.
En esa línea, el gobierno neuquino mantiene un ambicioso plan de inversión en infraestructura, con un presupuesto de mil millones de dólares. Koenig destacó que el modelo de gestión provincial se basa en la eficiencia de las empresas públicas y en el sostenimiento del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN), lo que permite a los jubilados provinciales percibir haberes superiores a los nacionales.
Además, el ministro resaltó que la actual gestión logró superar tres desafíos centrales desde diciembre de 2023: reactivar la cadena de pagos a proveedores, equilibrar las cuentas del ISSN y reanudar las obras públicas paralizadas. “El año pasado invertimos casi 300 millones de dólares en infraestructura, de los cuales el 80% provinieron de fondos provinciales”, concluyó.