La perra Nala está atenta, solo espera la orden de su adiestrador para buscar y detectar con su olfato el material explosivo. Antes de que entre en acción ya se fijó un perímetro para alejar a los civiles. Una vez que la can se queda quieta y señala la posible amenaza, llega el turno del perito que realiza una detonación controlada y neutraliza el peligro. De esa forma trabaja la Brigada de Explosivos y Canes de Bomberos de la Policía de Neuquén.
"No descartamos ninguna amenaza, aunque sea una falsa alarma. Cada situación es evaluada con cuidado y se toman las medidas necesarias para garantizar la seguridad", expresó a Mejor Informado el comisario Juan Molina que es técnico especialista de desactivación de artefactos explosivos.
El equipo realizó un simulacro en una fábrica abandonada ubicada en el Parque Industrial de Neuquén. Hasta allí llegaron los perros entrenados con los que cuenta la unidad.
"La brigada tiene diversas funciones", explicó Molina. "Podemos trabajar de forma preventiva a raíz de un requerimiento que pueda hacer cualquier entidad, ya sea por un evento deportivo gubernamental o de otra índole". La suboficial Andrea Beltrán agregó que "el trabajo en equipo es fundamental. Los guías de canes y los peritos en explosivos trabajamos juntos para garantizar la seguridad en cada intervención".
Los pasos clave para la neutralización de amenazas
El comisario Molina detalló el protocolo de actuación de la brigada: "Recibimos la amenaza, concurrimos al lugar, realizamos un perímetro de seguridad y evaluamos la situación. Si se trata de un artefacto explosivo, procedemos a la neutralización de forma controlada".
Antes de llegar a esa instancia es clave la labor de los perros de la brigada. La suboficial Andrea Beltrán que es una de las adiestradoras explicó que "el perro detector de sustancia explosiva es fundamental en este proceso. Cuando el can detecta el olor, se queda quieto y no se mueve, esperando que el guía lo felicite y lo saque del lugar".
Para Molina, el equipamiento “es fundamental para nuestra seguridad". Indicó que "el chaleco de protección, el casco y el escudo nos permiten aproximarnos al artefacto explosivo de manera segura".
El entrenamiento de los perros: Un proceso riguroso
La suboficial Andrea Beltrán explicó que "el entrenamiento de los perros es fundamental. Los iniciamos desde cachorros a través de juegos. Les brindamos una disciplina básica y después que se enfoque en la búsqueda de sustancias explosivas. Para esta parte crucial se les incorpora el olor que ellos deben rastrear”.
Detalló que el trabajo "es muy fino, y los perros deben ser capaces de detectar sin tocar el artefacto". El entrenamiento de los perros dura aproximadamente dos años y medio, y se realiza a través del juego y la sociabilización.
La uniformada señaló que la Brigada cuenta con cuatro adiestradores, tres perros operativos, uno que se está iniciando en la detección de sustancias explosivas. La raza de los canes es pastor Belga Malinois
La importancia de la colaboración ciudadana
El comisario Molina destacó la importancia de la colaboración ciudadana: "Si alguien encuentra un artefacto sospechoso, no debe tocarlo ni moverlo. Debe avisar a la policía de inmediato, y nosotros nos encargaremos de evaluar la situación y tomar las medidas necesarias". La suboficial Beltrán agregó que "la prevención es fundamental. Si alguien tiene alguna información sobre una posible amenaza, debe comunicarse a la policía. Juntos podemos prevenir tragedias".
Un equipo altamente capacitado que no descarta la falsas amenazas
El comisario Molina destacó la experiencia y capacitación de la brigada: "Nuestro equipo ha participado en diversos operativos y ha recibido capacitación en explosivos y técnicas de desactivación. También hemos participado en eventos deportivos y gubernamentales, donde hemos realizado chequeos preventivos y asegurado la seguridad de los asistentes".
La suboficial Beltrán agregó que "nuestro equipo también ha recibido capacitación en el manejo de canes detectores de explosivos, y hemos participado en cursos y seminarios para mejorar nuestras habilidades y conocimientos".
Molina enfatizó que "no descartamos ninguna amenaza, aunque sea una falsa alarma. Cada situación es evaluada con cuidado y se toman las medidas necesarias para garantizar la seguridad". La suboficial Beltrán agregó que "han recibido muchas llamadas de colegios sobre posibles amenazas, pero no descartan ninguna de ellas. Cada situación es evaluada con cuidado y se toman las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes y del personal".