Hablan de un bebé jujeño que duerme al ritmo de la respiración de su caminante madre, hablan de una (otra) Patagonia que está como a 15.000 kilómetros de nuestro sur, hablan de unas jirafas curiosas que te miran fijamente y hablan de Maju Franzan, una fotógrafa-cuenta-historias que durante la cuarentena se decidió a compartirlas con el mundo.
“Están saliendo más fotos de la Patagonia. Sobre todo, del Lanín. Es la estrella. Me encanta que sean muy elegidas las de Neuquén”
“Hay fotos de varios lados de Argentina, del norte, de Ushuaia; hay de Islandia de Nueva York, de Turquía… Es un popurrí. Incluso hay algunas de cuando empecé a sacar fotos cuando tenía 17 años”.
“Hay unas de unas jirafas que están mirando la cámara como si yo hubiera dicho: `Whisky`”.
“Hay una de las primeras que saqué es una de un viaje a Iruya. Es una chola con un bebe atrás muy dormido y los colores son impresionantes. ¡Una paz te da esa foto!”.
“Hay una que me compran mucho y que todo el mundo piensa que es acá y es en Islandia”.
Ya lo ven, las paredes de Maju nos cuentan mil historias. La pueden seguir en su IG y quién dice, quizá sus paredes también pueden comenzar a hablar.