El Anfiteatro del Parque Central está dentro de los sitios de importancia cultural e histórica más relevantes de la ciudad. En primer lugar porque forma parte del corredor de los ex edificios del ferrocarril del Sud, de principios del 1900, pertenecientes al patrimonio de la ciudad y, por otro lado, por su importancia para la comunidad artística de la zona.
En sus inicios en este espacio se encontraba el plato giratorio del ferrocarril, donde los trenes daban la vuelta, muy cercano al Tanque Monier y al taller de Ferrocarriles donde hoy funciona el Museo Gregorio Álvarez.
A fines de los años 80´ y principios de los 90´ toda la zona ferroviaria fue puesta en valor, ante el debate por la utilización de estas tierras con fines comerciales e inmobiliarios. Finalmente, varios de los edificios que pertenecieron al ferrocarril fueron declarados Patrimonio Histórico y Cultural.
A partir de ese momento la ex playa de maniobras se convirtió en un anfiteatro, que se utilizaba principalmente para realizar espectáculos artísticos y eventos culturales. Durante muchos años, los neuquinos disfrutaron de recitales gratuitos de bandas locales y nacionales, durante los fines de semana.
Dos veces sepultado, dos veces destapado
En 2017, la gestión municipal de aquel momento tenía otros planes para ese terreno y decidió tapar el anfiteatro en dos oportunidades. Este hecho provocó la movilización de los artistas que salieron a sacar escombros, con el fin de defender el lugar.
Estos hechos provocaron enfrentamientos y cruces constantes entre las autoridades municipales de ese entonces y la comunidad artística que defendía el anfiteatro. Cuenta la historia, que en la última destapada, se encontró un gato color negro que había sobrevivido bajo los escombros. Este hecho fue el que le dio el nombre Anfiteatro Gato Negro al sitio.
Con el cambio de autoridades y el inicio de una nueva gestión en el año 2020, los artistas retomaron el diálogo con las nuevas autoridades del área de cultura y acordaron la puesta en valor del anfiteatro, además de la realización de una serie de obras.
Puesta en valor
El jueves pasado, se realizó un acto en el anfiteatro para oficializar las reformas que se prevén hacer e inaugurar algunos avances. Entre ellos, se realizaron trabajo de pintura y albañilería, se colocó un cartel de señalización y se inauguró una escultura del Gato Negro, del artista Sock Raffo.
En el emotivo acto estuvieron presentes miembros de la asamblea del anfiteatro, autoridades y personal municipal, además de artistas, periodistas y la comunidad que acompañó. Asimismo, se pudo ver una muestra de fotos de la historia del lugar y una nuestra gráfica de Chiringuito Gráfico, además de música en vivo a cargo del cantautor Walter Cuevas.
María Pasqualini, secretaria de Cultura, Capacitación y Empleo, recordó la historia y expresó que “Este lugar forma parte del corredor de los museos y del Parque Central que concentra la movida cultural de Neuquén”, dijo y planteó especialmente “la importancia de la democratización de la cultura para que todos los vecinos y vecinas tengan espacios donde se la pueda disfrutar generando identidad en una ciudad joven como es Neuquén”.
Por su parte Cintia Rojas, subsecretaria de Cultura, observó que “para nosotros poner en valor el anfiteatro fue un desafío. Se sumó gente que ya habitaba el espacio, de esa manera fuimos conociendo su historia y nos pusimos de acuerdo sobre cómo trabajar”.
Otro de los oradores fue el periodista Pablo Frizán, como referente del anfiteatro Gato Negro, quien recordó que luego del intento de clausurar este espacio en 2012, se realizó un acampe y el colectivo de artistas quitó los escombros: “Un símbolo de la lucha por los espacios culturales y de autogestión”.
Luego de las palabras iniciales, se procedió a destapar la tela negra que cubría la obra de Sock Raffo.
Desde el colectivo de artistas del anfiteatro, informaron que ahora quedan a la espera de que se realicen mejoras en la instalación eléctrica, además de la construcción de baños y camarines, como alguna vez tuvo este anfiteatro. Un espacio de gran relevancia histórica y cultural para la comunidad artística.