Por Mariana Lesa Brown
Ana Jorgelina Sotelo, más conocida en el ambiente cultural por su segundo nombre, es una artista capaz de tejer numerosas redes en la música (y en la vida), que la han llevado a recorrer un camino que hoy cumple una nueva etapa con la edición de Esencia Partida, su primer disco. Nació en Mar del Plata en 1964 y es neuquina por adopción: “cuándo tenía 10 años nos trasladamos a Neuquén, ya que mi padre se había venido por trabajo” nos cuenta. Hoy, puede decir con certeza que es cantautora, “una laburante de la música y la cultura. No porque no sea lo otro, sigo siendo madre, abuela y compañera, pero hoy mi presente está volcado a lo que amo hacer que es cantar, escribir y componer canciones”, asegura.
Claramente la música le viene del corazón y de su familia: “mi papá tenía el conjunto musical Los Vallistos, muy reconocidos, con giras, discos, actuaciones en TV en Buenos Aires y yo lo escuchaba desde la panza de mi mamá, así que era imposible que no me gustara la música. Ya a los cinco años cantaba con mi viejo en reuniones y en una parrilla que habían puesto con unos socios y que también fue famosa en esos años, se llamaba Las Casas y la gente hacía cola para comer allí, a cierta hora mi papá tomaba su guitarra y comenzaba la fiesta, daba el puntapié para que los artistas que estaban presentes hicieran lo suyo y algún que otro finde me hacía cantar con él... Yo me sentía una artista grande (risas) y ya a los seis comencé a tocar de a poco” recuerda.
Luego esa carrera musical tuvo una pausa de unos cuantos años “estuve alejada de los escenarios y la composición, no digo de la música, porque esa estuvo siempre y a decir verdad no fue una decisión pensada…la vida te va llevando por otros caminos, fui mamá joven y cuándo te casas y tenés hijos tan pronto, tus prioridades cambian y vas dejando algunas cosas. Hoy pienso que fue como guardar una parte mía en un baúl y luego eso que era mi esencia volvió a salir. Es inevitable que lo que sos surja tarde o temprano”, reflexiona.
Hoy madre y abuela reconoce que sus hijos son su apoyo “mis mayores fans (risas). Ellos saben del esfuerzo que conlleva ser músico independiente y saben que volví al ruedo tarde, por eso entienden que lo que yo no haga hoy, no lo hago más, y me insisten a que siga y me supere”.
Una tejedora de redes musicales
Esencia Partida comenzó a gestarse antes de la pandemia “Creo que fue el momento más difícil” cuenta Jorgelina. “Venía con muchas actuaciones y trabajando no solo con mi proyecto, si no también con el dúo Sotelo- Forma (junto a Miriam Forma), habíamos estado en el pre Cosquín en Córdoba, veníamos de un año intenso, justo me sale el fomento de INAMU para grabar y cuándo estábamos por arrancar con el proyecto del disco… ¡la pandemia! Fue angustiante”, rememora.
Y más si se tiene en cuenta que, para ella, “lo más lindo de la música es compartir. Me llena el corazón poder hacer música con otros/as, tal vez por eso pertenezco a diferentes colectivos. Mis queridos trovadores/as y poetas, cantoras, músicos que ponen su magia a mis canciones y de los cuales aprendo muchísimo... como Newentun, que es un colectivo de artistas mujeres y disidencias, AMI, La Asociación de músicos independientes de Neuquén o Las Cumparsitas, otro colectivo de compositoras y creadoras a nivel país”, explica.
Sus referentes son los que sonaron en su infancia como “Yupanqui, Falú, el Cuchi Leguizamón, Mercedes Sosa o Los Trovadores, y también el tango de Aníbal Troilo, Goyeneche o Edmundo Rivero. Más adelante vinieron otros, creo que el escuchar mucha música y variada me llevó a forjar un estilo. Sin embargo, eso sí, mi mayor referente será siempre Jorge Sotelo, mi viejo”, dice orgullosa.
“En cuanto a estilos podría decirse que mi música se basa en ritmos de nuestro país que es riquísimo ya que cada región tiene algo que la caracteriza. Me gusta mucho la huella, la milonga, el triunfo o el chamamé y la chamarrita del litoral, la chacarera de Santiago, el huayno del noroeste y las coplas con caja, intento recrear los ritmos de todo el país, aunque sigo teniendo una deuda importante con la Patagonia, no son fáciles los ritmos como el retumbo por ejemplo”, reconoce.
Una posta en el camino: su primer disco
Esencia Partida es su primer material discográfico, sobe él cuenta que “Al fin en el 2022 logramos armar la banda y nos juntamos Lucio Jara en percusión, Delfor Culliqueo en primera guitarra, Carlos Tendler en bajo y yo…así arrancamos a trabajar y Lucio fue quien además grabó el disco, luego vinieron los invitados, amigos maravillosos como Mirian Forma y Ale Toro, Juan Manuel Vita, Marcos Churrarín, Facundo Juncos y Carlos Valdez. Esencia partida es la suma de haber nacido en el mar y haberme criado en el río y eso se reflejó no solo en la música si no en todo el trabajo, desde el arte de tapa a cargo de Ana Clara Toscani a las fotos de Nico Maiolo y su hija”.
Las influencias musicales de Jorgelina se ven reflejadas en la diversidad de ritmos folklóricos que se encuentran en el disco que son composiciones propias en letra y música; comenzando por “Trunca pa´usted” una chacarera, la zamba “De oficio alfarero” que continúa con un “Vals para Teresa”, una huella con “Esa mirada”, un chamamé “Estrella del litoral” y luego un bailecito titulado “Como hojita en el aire”, para finalizar con una milonga “La Yupanqui” que lleva la música de Carlos Valdez y letra de Jorgelina y que da cierre a este punto de partida que aún tiene mucho por delante.