No hay comedido que salga bien, dicen, aunque está claro que no es así. No obstante, a un trabajador de Bariloche le salió decididamente mal; a punto tal que fue atacado por una jauría de perros coquetos y tuvo que ir a la Justicia para lograr la indemnización, que sin dudas le correspondía.
En el expediente consta que el hombre estaba encargado de cuidar a los perros de un country y que un día encontró un perrito que, sabía, estaba perdido. Entonces lo llevó y lo resguardó en uno de los caniles del barrio privado.
Luego se comunicó con la dueña -que había difundido avisos de búsqueda- y acordaron el encuentro. Así llegó el ansiado momento del reencuentro, pero con tanto infortunio que justo cuando se disponía a devolverlo, el cachorro fue atacado por los perros que estaban bajo su cuidado.
El trabajador logró salvar al perrito, pero quedó en medio de las terribles dentelladas y fue alcanzado no sólo en sus manos, sino también en la cara. Fue a su ART y los médicos le dieron el alta sin reconocer ninguna secuela incapacitante. Estaba claro que habían decidido no pagarle. Entonces fue a la Justicia y la Cámara Laboral Primera de Bariloche condenó a la ART a pagarle la indemnización por su incapacidad irreversible del 4,45%
Se estableció que el trabajo de este hombre, que cuando padeció el ataque de la jauría (en el invierno de 2021) tenía 45 años, era “controlar que los perros de los propietarios no anduvieran sueltos”, porque era “una normativa del country”.
Tras el feroz ataque de los perros, el hombre llamó por teléfono a su supervisor, quién llegó rápidamente para asistirlo con las primeras curaciones y llamó a una ambulancia. Luego fue derivado a un sanatorio donde le realizaron las curaciones y le aplicaron varios puntos de sutura.
Después de la denuncia ante la ART, se le indicó reposo, más un plan preventivo de vacunación antirrábica y antibióticos. A los siete días terminó los antibióticos pero levantó fiebre, por lo que fue al sanatorio y lo diagnosticaron con Covid.