¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Miércoles 23 de Abril, Neuquén, Argentina
Logo Am2022
PUBLICIDAD

La historia del abogado del rock: El extraño de pelo largo

Joe Stefanuolo fue el encargado de resolver los problemas con la ley de muchos de los músicos ídolos de los 70, 80 y 90s. A días de estrenarse el documental de su vida, te contamos su historia y las mejores anécdotas.
Lunes, 11 de septiembre de 2023 a las 11:33

Lejos del prototipo de un Dr. en abogacía, Albino Stefanuolo -- más conocido como Joe -- se parece más a los que defiende. Mimentización total, sus aún cabellos largos a los más de 60 y la frondoza barba, lo colocan entre los más mirados de los Tribunales. Hoy ya no por su estilo, sino porque es un mito viviente dentro de la escena artística, musical y legal argentina. Es el letrado que desde la dictadura hasta hoy se jugó cada uno de los pelos de su melena por sacar a los emblemas del rock de los problemas judiciales que a menudo se zambullían.

A días de estrenarse “Llamen a Joe”, el documental que cuenta su vida, repasamos su vida y sus anécdotas más resonantes.

 

Video:  Tráiler del documental "Llamen a Joe", disponible on demand en Flow. 
 

La historia comienza con un guiño del destino: fue al San Román, el mismo colegio que Luis Alberto Spinetta. Allí tuvo el privilegio de ver nacer a uno de los mejores músicos y poetas de la historia argentina. Tremenda influencia. En esos tiempos, El Flaco hacía girar una especie de revista hecha a mano, llamada Adelante, donde publicaba sus primeros poemas. Y luego también le tocó ser testigo el nacimiento de Almendra, a quien se anima a comparar con los mismísimos Beatles. Allí se fascinó con la música,  aunque sus dotes no le dieron para tomarlo en serio, como un carrera.

Pero vaya si fue parte: su nombre resuena como un eco en los pasillos de la historia musical. Ya a los 21 terminaba su carrera, pero eran finales de 1975, a la vuelta del golpe de estado de 1976 y de la dictadura más sangrienta. Su primer caso resonante se dio con un cantante de la nueva ola pos Palito Ortega. Lo apresaron por tenencia de marihuana y fue directo a la cárcel de Devoto. Allí recuerda un quiebre. Al ser su defendido una figura pública encaró al juez. “Le dije que la integridad física de la persona detenida dependía de él. Es lógico, pero decírselo en ese momento a un juez no era fácil. Ahora puede parecer sencillo... La cara del doctor cuando enfrentó la seguridad con la que se lo estaba diciendo, la falta de miedo. No sé. Lo hizo. Lo mandó a un lugar tranquilo hasta que más tarde conseguí la libertad”, recuerda.

 

Albino Stefanuolo, más conocido como el abogado del rock. 

 

Luego de ese episodio, el boca a boca explotó. Pronto le tocó acompañar a Charly García en su intento de divorcio con su primera mujer, María Rosa Yorio. Y por exhibiciones obscenas en un recital en Mendoza o por alguna denuncia de plagio que intentaron endilgarle. Y por reversionar el Himno Nacional, vaya delito.

También a Fito cuando en un robo en Rosario promediando los años 80, matan a su abuela y a su tía. El asesinato de su familia le dejó además una causa penal a Páez. En el allanamiento, sobre la cómoda de su casa, había un resto de polvillo de marihuana. “Los tipos eran tan malos, tan malos que quisieron investigar de quién era y lo citaron a Fito a un juzgado federal por ese tema y tuvimos que volver. Y yo me acuerdo del juez. Cuando le hablo al tipo, le digo ‘esto es una locura, doctor, esta es la víctima’. Ni siquiera era una cantidad mensurable, era polvillo. Pero le hicieron una causa, yo creo que porque en aquel momento nosotros nos enojamos mucho con la policía, por la forma en que investigaban (el crimen) y cuestionamos mucho eso. Obviamente Fito quedó sobreseído y siempre me acuerdo como otra cosa tremenda del cariño salir del juzgado de Rosario y que la gente de los andamios de la obra en construcción le gritaran a Fito apoyándolo. Para mí fue una medalla de oro y diamantes”.

 

Jos junto a Fito Páez cuando lo asesoró luego de un robo en Rosario.

 

También es conocido su rol como apoderado legal de Luca Prodan en SADAIC, con el objetivo de cobrar los derechos de autor de las canciones del mítico líder de Sumo. A pesar de sus habilidades, el hecho de que el músico italiano no tuviera DNI postergaba el ansiado cheque. Cuando logró por fin mediante un amparo una fecha de cobro, ese mismo lunes encontraron a Luca muerto en su casa del Abasto. Es decir, Podran nunca recibió un centavo de canciones que marcaron un antes y un después en el rock nacional.

Otro caso resonante fue cuando en un recital en La Plata, Andrés Calamaro ante 50.000 personas dijo la frase “que linda noche para fumarse un porrito”. Corría el año 1994 y fue denunciado por apología de la droga. “Llegamos a juicio y lo primero que me dicen, la pregunta del millón, ‘doctor, ¿lo terminamos con una probation?’. Y yo digo “no, no, escúcheme, Andrés no cometió ningún delito. No tiene que hacer ninguna probation’. Igualmente, vuelvo y se lo digo a Andrés. Le digo ‘mira, tenemos esta oferta y él me dice: ‘yo quiero ir a juicio’. La ridícula causa duraría 10 años hasta la absolución del músico.

 

Joe junto a Andrés Calamaro cuando el músico fue denunciado por apología de la droga. 

 

Pero su huella dentro de la jurisprudencia penal llegaría de la mano del caso Bazterrica. En los comienzos de una democracia aún frágil, el guitarrista de La Máquina de Hacer Pájaros y Los Abuelos de la Nada fue detenido por tenencia de 3,6 grs. de marihuana y 0,06 grs. de clorhidrato de cocaína. Luego de varios años y de elevarse la causa a la Corte Suprema y en un fallo histórico, que aún hoy es material de estudio en la carrera de abogacía, logra evitar la cárcel al interpretar que el músico ejercía en todo su derecho el artículo 19 de la Constitución Nacional, considerando el consumo de estupefacientes sin daño a terceros como una acción privada y declarando el art. 6 de la ley 20.771 como inconstitucional. Un hito en la historia judicial argentina.

La vida de este paternal y controversial abogado ya puede repasarse. Su documental está disponible en Flow y su título hace referencia a la gran serie “Better Call Saul”, también un representante legal un tanto fuera de las buenas formas y normas.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD