Cristian Gómez, un hombre de 47 años, se subió a la escalera, dentro de su casa, para conectar unos cables. Allí recibió una descarga que, a la postre, fue letal. Cuando llegaron los médicos al lugar, una vivienda en un asentamiento, denominado San José, en Luján de Cuyo, ya era tarde. Solo pudieron constatar el fallecimiento.
Nada estaba bien en la casa en cuestiones de seguridad. La instalación, sobre la que trabajaba Gómez, era clandestina. Así lo estableció la empresa EDEMSA, la distribuidora de energía eléctrica en la ciudad mendocina.
El incidente ocurrió poco después de las 14 del martes. La fiscalía ordenó instruir una investigación, aunque todo parecía claro. Una vez más, la precariedad y, tal vez, la obligada pobreza de recursos, costó una vida, una existencia que tal vez tenía mucho por delante todavía.