El árbitro Germán Delfino admitió en una entrevista brindada a Radio Continental, que una tibia decisión suya influyó notablemente en el marcador del partido de ida, en los octavos de final de la Copa Libertadores del gas pimienta.
Luego de cinco años de una de las llaves más memorables entre River y Boca por la Copa Libertadores, el árbitro internacional Germán Delfino reconoció haber cometido un error decisivo en ese partido en el estadio Monumental, que termino con los locales ganando por la mínima, gracias a un gol de penal. El referí admitió haber cometido varios errores en ese encuentro, pero cuando los periodistas de Radio Continental le preguntaron por la "plancha" de Ramiro Funes Mori al pecho de Pablo Pérez, dijo "Cuando vi la patada de Funes Mori a Pablo Pérez me quise matar". Luego aclaró que le faltó ver la acción más de cerca para poder sacar la tarjeta roja y que ante la duda prefirió aplicar la amonestación.
La feroz patada a 10 minutos de iniciado el segundo tiempo del partido y con el marcador en 0 para ambos equipos, hubiera sido la bisagra para que se desarrollara otro partido desde allí. La historia subsiguiente ya es sabida por todos; gol de penal de Carlos Sánchez y el gas pimienta en el partido de vuelta para coronar dos superclásicos tristemente célebres.