El Allianz Parque, estadio en el que Boca jugara el cotejo de vuelta por una de las semifinales de la Copa Libertadores este jueves 5 de octubre, es de superficie artificial. Este césped sintético, le ha dado buenos réditos al conjunto brasileño en los últimos tres años.
El campo de juego es hoy uno de los temas centrales para el cuerpo técnico y jugadores Xeneizes. Sucede que uno de los cambios más notorios del sintético al césped es la velocidad en el juego. En este tipo de canchas, la pelota rueda a mucha más velocidad y esto genera preocupación en el equipo dirigido por Jorge Almirón.
Desde su instalación, el conjunto paulista no ha sufrido ningún tipo de inconvenientes que lo haya obligado a jugar fuera de su estadio. Aunque los entrenadores han tenido que hacer hincapié en los detalles cada vez que juegan en un escenario así.
Incluso, el actual DT de Palmeiras, Abel Ferreira, que dirige al equipo desde fines de 2020, aseguró: "Tenemos que estudiar una forma de aumentar la velocidad del balón, pero estamos satisfechos con lo que tenemos. Ha estado lloviendo mucho, lo que ayuda a salir rápido del césped, pero es algo que estamos estudiando y es el futuro tener un estadio de usos múltiples”.
Desde esta modificación trascendental en la historia del populoso club paulista, el Verdao ganó la Copa Libertadores en 2020 y en el 2021.
En el marco internacional, Palmeiras jugó 23 partidos como local, de los que cosechó 15 triunfos, cinco empates y tres derrotas (65 por ciento de victorias).
Lo cierto es que, a pesar de estos números, hay una estadística de la puede aferrarse el hincha del Xeneize: las tres caídas del Verdao fueron contra equipos argentinos (River le ganó 2-0 en la semi de la Libertadores 2020 y Defensa y Justicia lo venció primero 2-1 para consagrarse campeón de la Recopa Sudamericana 2021 y lo derrotó 4-3 en la fase de grupos de la Copa en 2021).