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Miércoles 23 de Abril, Neuquén, Argentina
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Apuntes sobre los primeros 10 días de Figueroa

El apabullante impacto de la corrupción estatal empieza a sentirse con revelaciones y constataciones concretas.
Sabado, 23 de diciembre de 2023 a las 12:31

Los primeros diez días de gobiernos nuevos pasaron con la velocidad de la luz y la intensidad de un trueno: Javier Milei, en el plano nacional, presentó un mega DNU que se pretende fundacional -un país distinto- y se avizora casi imposible en lo inmediato; mientras Rolando Figueroa, en Neuquén, jugando a pleno dentro de la apabullante coyuntura nacional, diferenció rápidamente su propia filosofía política, tapizada de cambio pero sin perder continuidades identitarias: el modelo neuquino se defiende ahora tanto o más que antes, y lo que se busca, aparentemente, es una mayor eficacia y una menor desigualdad.

Esquivando la tentación del divague político-filosófico al que invita la singular coyuntura argentina, conviene centrar este análisis semanal en algunos hechos de actualidad intensiva en Neuquén. Veamos:

  • Es muy determinante la mirada puesta en la evidente malversación de los caudales públicos, aunque no se sabe todavía hasta qué profundidad tolerará sumergirse el gobierno de Figueroa. La estafa con los planes sociales se evidencia, cada vez más, como la expresión de una cultura, una forma de entender y hacer política desde el Estado, que estuvo -recordemos- hegemonizada por el MPN. Las últimas declaraciones de uno de los imputados, Néstor Pablo Sanz, hechas al programa de TV y Streaming “Enfocados”, son revulsivas, pues desnudan un entramado, con nombres, mecanismos, usos y costumbres corruptas, que -dice este hombre- vienen desde antiguo, y aplican al financiamiento de la política y al enriquecimiento personal de funcionarios. Sanz concedió un reportaje en su casa, en donde está cumpliendo prisión domiciliaria, en un contexto estremecedor, pues cuestiona directamente a los fiscales, al advertir que supuestamente han protegido a los funcionarios de mayor rango, desde secretarios hasta el propio gobernador. No se sabe si esto es verdad o no, pero el solo hecho de que un imputado lo cuente, provoca escalofríos.
  • Relacionado con el tema estafas en planes sociales, surge la evidencia de los resultados de la auditoría ordenada por el nuevo gobierno en el Estado, que revela que más de un millar de empleados públicos cobraban sueldo y también planes; y, además, muchos de ellos ni siquiera trabajaban efectivamente. El tamaño de semejante desastre es tan grande que no entra en la manzana en la que está enclavada la Casa de Gobierno, y torna imposible tener una mirada “piadosa” hacia el pasado inmediato y la gestión de Omar Gutiérrez. Ningún gobierno que haya permitido estas desidias corruptas merece respeto, y esa mancha, autoinfligida, no se borra yendo al tintorero, pues es indeleble.
  • Afirmado en estas cuestiones, de las que no se siente culpable, el gobernador Figueroa esgrime el objetivo de eficientizar el Estado. En concreto, se entiende que buscará restablecer el sentido original del Estado en sí mismo, que es el de servir al pueblo y vigilar el cumplimiento de las pautas de convivencia. Eficientizar no es lo mismo que ajustar o achicar, y esto ha sido enfatizado. Figueroa reafirmó el rol de las empresas públicas con el mismo argumento: que sean eficientes pues son necesarias. Es una tarea que no será fácil cumplir, porque las empresas del Estado no han sido, en general, eficientes, y ni siquiera son capaces de sostenerse por sí mismas en lo que a financiamiento de sus funciones se refiere. No son todas iguales, pues podrá decirse que el EPEN funciona mejor que el EPAS, por ejemplo, en cuanto al objetivo de eficacia. Pero lo cierto es que la inercia burocrática ha llevado a las empresas a tener grandes dimensiones, y, a la vez, a ser contratistas de otras empresas (privadas) que hacen lo que el Estado aparentemente no puede o no quiere hacer por sí mismo. En este sentido, estas empresas públicas son como la propietaria de una gran mansión, que no puede hacerla funcionar y mantener sin contratar y pagar un personal doméstico numeroso.
  • Es valorable que, dentro de los 10 días iniciales, el gobierno nuevo haya concretado una de las iniciativas anunciadas en campaña, la de un sistema amplio de becas, financiado por el Estado y por la actividad privada. La educación es uno de los servicios básicos que el Estado presta, e impulsarla facilitando el acceso a ella de los sectores más “vulnerables” -como se dice actualmente- es una gran medida política. No será suficiente, pues el paquete educativo hace agua por todos lados y no ha habido eficiencia alguna en los últimos 30 años. Menuda tarea le toca a Soledad Martínez, la ministra de Educación del gobierno de Figueroa: es de esperar que dé la talla y produzca los cambios suficientes como para justificar que el acceso mayor que garantizarán las becas, se corresponda con una rápida mejora de los resultados educativos.
  • Ahora, el Estado entra en un relativo receso administrativo, pues se ha dispuesto un asueto que es ya tradicional, aunque siga tan escaso de justificaciones reales como siempre; la economía no puede detenerse, el trabajo tampoco, y lo cierto es que este privilegio de los empleados estatales debería combatirse, pues es necesario trabajar más, no menos, ya que miles de neuquinos pasan hambre y tienen carencias y necesitan de ese Estado que -tanto se dice- debe estar presente, no de vacaciones. Es de esperar que tras la licencia de las fiestas se recupere envión y se vea un verano activo. La coyuntura argentina ha puesto al Estado bajo la lupa. Está en observación, más allá de los acuerdos o desacuerdos que haya en cuanto a las reformas que se vienen. Cada ciudadano será un fiscal atento de lo que el Estado haga… conviene tener esto en cuenta, pues de lo sublime a lo ridículo hay solo un paso.
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