El 30 de diciembre del 2004 la Argentina tuvo una de sus peores tragedias. Lo sucedido bajaba los niveles de festejos y atravesaba a padres e hijos. La noticia de un incendio en el boliche República de Cromañón, comenzaba a replicarse en todos los medios con el peor de los escenarios jamás imaginados. El grupo Callejeros cerraba el año presentando su disco "Rocanroles Sin Destino", pero una bengala desató el horror y mostró posteriormente irregularidades que pusieron en el ojo de la tormenta, la organización de conciertos por aquella época.
20 años se cumplieron de un hecho que marcó para siempre la cultura del rock en Argentina. Y en ese contexto, el ex líder de Callejeros, Patricio Fontanet, participó de uno de los actos conmemorativos de la masacre de Cromañón. Lo hizo con su actual banda, Don Osvaldo, al pie del Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires.
"Nosotros somos los estigmatizados, los malos, los negros, los grasas. Tengamos cuidado, no le demos de comer más a esta gente”, expresó Fontanet en el medio del show.
Antes de seguir cantando, concluyó: “Lejos de tener memoria han negociado la sangre”.
A la misma hora, pero en Plaza de Mayo, hubo una misa, se leyó un documento y se hizo una suelta de zapatillas. Desde allí los presentes marcharon al santuario, ubicado en la calle Bartolomé Mitre, entre Ecuador y Avenida Pueyrredón. Ahí se llevó a cabo el acto central de la jornada.
Acerca de las penas tras la tragedia de Cromañón
En el proceso, el productor y difusor musical, Omar Chabán recibió una pena de 20 años de prisión; Diego Argañaraz, manager de Callejeros, y el ex subcomisario Carlos Díaz fueron condenados a 18 años por estrago doloso y coimas; las ex funcionarias del gobierno de la ciudad Fabiana Fiszbin y Ana María Fernández recibieron una pena de dos años; y un año para Raúl Villarreal, jefe de seguridad del boliche. "Pato" Fontanet y el resto del grupo fueron absueltos por el beneficio de la duda.