El Parlamento israelí aprobó ayer la primera ley de peso de la reforma judicial que el gobierno de Benjamín Netanyahu presentó en enero y que ha generado 30 semanas consecutivas de manifestaciones multitudinarias.La norma le saca a la Corte Suprema la capacidad de anular aquellas decisiones del Ejecutivo, de ministros u otros cargos públicos electos, que considere irrazonables. Se trata de una potestad que ostentaba la Corte en un país sin Constitución
Las protestas continuaron hasta bien entrada la noche con enfrentamientos y arrestos: 32 manifestantes resultaron heridos y 19 tuvieron que ser trasladados al hospital. Israel vive uno de sus momentos internos más críticos. Los opositores aseguran que la ley aprobada da demasiado poder a los políticos y es una amenaza para la democracia.
“Hoy llevamos a cabo un paso democrático necesario. El paso tenía como objetivo restablecer un grado de equilibrio entre las autoridades, como ocurrió durante 50 años (cuando los jueces no tenían la capacidad de revocar las decisiones gubernamentales que consideraban no ser razonable). Aprobamos la enmienda de razonabilidad para que el Gobierno electo pueda llevar a cabo una política acorde con la decisión de la mayoría de los ciudadanos del país”, afirmó Netanyahu, en un discurso televisado.
Los críticos han denunciado los cambios como una decisión que erosionará la democracia y ayudará a Netanyahu a esquivar los cargos de corrupción que pesan sobre él, algo que el primer ministro niega.
Cinco diarios han publicado esta mañana su tapa en negro a modo de protesta y la inscripción: "un día negro para la democracia israelí". Una iniciativa financiada por empresas de alta tecnología contrarias a la reforma de ley.