Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de Ecuador, fue asesinado ayer al salir de una reunión partidaria. Era uno de los ocho candidatos presidenciales y marchaba segundo en la intención de voto con 13,2%, detrás de Luisa González (26,6%), única mujer en liza y afín al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), según sondeos locales.
Guillermo Lasso, presidente actual de Ecuador, decretó el estado de excepción a nivel nacional por 60 días tras el asesinato. Ecuador irá a las urnas el próximo 20 de agosto para elegir al nuevo presidente, en un marco de violencia y división social con pocos precedentes.
En un mensaje a la población, Lasso ratificó que las elecciones generales extraordinarias se celebrarán el próximo 20 de agosto, como estaba previsto, pero con un despliegue de militares en todo el territorio nacional como parte del estado de excepción.
"Ante la pérdida de un demócrata y de un luchador, las elecciones no se suspenden. Estas se tienen que realizar, y la democracia se tiene que fortalecer. Esta es la mejor razón para ir a votar y defender la democracia, la vida y la integridad de la familia ecuatoriana y el futuro del país", dijo el mandatario.
El estado de excepción incluye el despliegue de militares en las calles para apoyar la labor de la Policía, e implican la suspensión de algunos derechos fundamentales, como la libertad de reunión y la inviolabilidad del domicilio. Ecuador se enfrenta a una ola de violencia del crimen organizado.