El Fondo Monetario Internacional y China mantuvieron un encuentro en el que prometieron trabajar de manera conjunta. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el primer ministro de China, Li Qiang, fueron los representantes principales de una y otra parte.
"Fue un gran placer volver a encontrarme con el primer ministro Li. Tuvimos un debate productivo, y espero seguir trabajando de cerca con China para afrontar los problemas globales más urgentes, especialmente el cambio climático y el apoyo para las economías vulnerables y en desarrollo", escribió la jefa de la institución en la red social X.
Por su parte, Li aseguró que China está dispuesta a profundizar la cooperación con el FMI. Asimismo, trasladó el apoyo de China en cuestiones de deuda, reclamando "acciones concretas" a la hora de apoyar a los países en desarrollo. La China de Xi Jinping viene posicionándose como una rueda de auxilio para los países con problema de deuda, algo que el mundo desarrollado viene siguiendo con cierto recelo.
China, en la figura de Li, también pidió al FMI que "se oponga al proteccionismo y a cualquier forma de desacoplamiento" y que proteja la globalización económica y el libre comercio. Esto es una clara manifestación de la particularidad de los regímenes chinos de los últimos años, que promueven la apertura económica desde un régimen totalmente centralizado y autoritario a nivel político.
China viene tratando de ganar terreno y protagonismo en el FMI, organismo liderado por Estados Unidos. Probablemente sea un nuevo campo en el que China desee disputar el liderazgo de la potencia americana en los próximos años. Al momento, los principales accionistas del FMI son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón y Francia. China integra un segundo pelotón de países aportantes.