La comunidad internacional cuestionó a Israel por haber atacado por segundo día consecutivo a los cascos azules de la ONU en Líbano, que reclama un cese el fuego "inmediato" en la guerra entre el Estado hebreo y el movimiento islamista Hezbolá.
El Ejército israelí, que afirma haber disparado contra una "amenaza" cercana a la posición de las fuerzas de la ONU, aseguró que está llevando a cabo una investigación "en profundidad" para establecer los detalles de lo ocurrido.
La fuerza de la ONU desplegada entre Líbano e Israel, la Finul, afirmó que su cuartel general sufrió este viernes "explosiones por segunda vez en 48 horas" y que dos cascos azules esrilanqueses quedaron heridos, después de que otros dos efectivos indonesios resultaran con lesiones la víspera.
Reunido con sus pares europeos de la cuenca del Mediterráneo en una cumbre en Chipre, el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, instó a la comunidad internacional a dejar de entregar armas a Israel y exigió "el cese de todo tipo de violencia" contra la Finul.
Su homóloga italiana, Giorgia Meloni, consideró estos ataques "inaceptables", al igual que el presidente francés, Emmanuel Macron, quien agregó que Francia "no tolerará" nuevos incidentes de este tipo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el hecho constituye "una violación del derecho humanitario internacional" y la Finul afirmó que estas acciones "suponen un riesgo muy grande para las fuerzas de paz".