Israel admitió que uno de sus tanques atacó una base de la misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano (Finul) tras sufrir un ataque de Hezbolá y mientras trataba de evacuar a los soldados heridos.
"Una revisión inicial mostró que un tanque del Ejército que estaba tratando de evacuar a soldados heridos mientras todavía estaba bajo fuego retrocedió varios metros hacia un puesto de la Finul. Durante el incidente, el Ejército no representó ningún peligro para las fuerzas de la ONU", informó el Ejército israelí.
El ataque de Hezbolá dejó 4 soldados israelíes muertos y más de sesenta heridos, varios de ellos quedaron en grave estado, según detalló en una conferencia de prensa el portavoz internacional del Ejército, el coronel Nadav Shoshani.
"Durante el incidente, se utilizó una cortina de humo para proporcionar cobertura para la evacuación de los soldados heridos. Los soldados del Ejército mantuvieron la coordinación con la Finul", recoge el comunicado castrense.
La Finul acusó este domingo al Ejército israelí de poner en peligro a sus soldados después de que dos tanques allanaran una base, lo que supone la violación nuevamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Este domingo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a la misión de la ONU de ser "escudos humanos" del grupo terrorista Hezbolá, después de que cinco cascos azules resultaran heridos por fuego israelí en los últimos tres días. La negativa a "evacuar a los soldados de la Finul los convierte en rehenes de Hezbolá. Esto pone en peligro sus vidas y las de nuestros soldados", dijo el mandatario en un mensaje en vídeo.