Autoridades españolas interceptaron un cargamento de 13 toneladas de sustancias químicas con destino a Rusia, las cuales podrían modificarse para conformar "posibles componentes de armas químicas o agentes nerviosos", según ha informado la Policía Nacional.
Los materiales han sido incautados en un contenedor marítimo del puerto de Barcelona. Cuatro personas han sido detenidas en la capital catalana y en Gerona, acusados de liderar una red comercial desde España diseñada para eludir las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión que perpetró en Ucrania.
La investigación que ha dado lugar a la operación lleva en curso desde 2022. "Se detectó una empresa, gestionada por ciudadanos de origen ruso, que había desarrollado un sistema de triangulación comercial, logística y económica dirigido al suministro ilegal de productos químicos a Rusia", explicó la Policía.
"La empresa española contaba con una filial en Moscú que era la destinataria última de los productos químicos, aunque este destino final se encubría a través de una sucesión de empresas pantalla en países como Armenia y Kirguistán. Estas empresas pantalla no eran las destinatarias de la mercancía, que era desviada por vía terrestre a la Federación Rusa", aseguran.