La Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra dos comandantes militares rusos de alto rango. Los dos hombres son el almirante Viktor Sokolov, excomandante de la Flota rusa del Mar Negro, y Sergey Kobylash, comandante de la aviación de largo alcance de las Fuerzas armadas rusas.
Se les acusa de estar involucrados en ataques con misiles contra la infraestructura eléctrica de Ucrania. La CPI ha explicado que tiene motivos para creer que los ataques estaban dirigidos a bienes civiles y que el daño a los civiles superaba la ventaja militar. La CPI había emitido previamente una orden de arresto contra Putin
Esto significa que si pusiera un pie en cualquier país bajo la jurisdicción de la CPI, estarían obligados a arrestarlo. Ucrania no es signataria del tribunal, pero le ha otorgado jurisdicción para investigar crímenes de guerra cometidos en su territorio.
Rusia no reconoce a la CPI, por lo que es poco probable que entregue a sus comandantes. Sin embargo, la orden envía una señal a los funcionarios rusos y limita su capacidad de viajar internacionalmente. Se les busca por el crimen de guerra de dirigir ataques contra bienes civiles, causar daños incidentales excesivos a civiles o daños a bienes civiles, y el crimen de lesa humanidad por actos inhumanos.