La Guardia Civil española detuvo a cinco personas involucradas en una estafa que alcanzó los 325.000 euros, tras engañar a dos mujeres haciéndose pasar por el famoso actor estadounidense Brad Pitt. Las víctimas, una mujer de Granada y otra de Vizcaya, fueron manipuladas emocionalmente a través de redes sociales y mensajes de WhatsApp, haciéndoles creer que mantenían una relación romántica con el actor. El caso, denominado "Operación Bralina", destapó una red criminal internacional dedicada al fraude romántico.
La investigación reveló que los estafadores utilizaban perfiles falsos en plataformas digitales para contactar a mujeres, principalmente mayores de 60 años, aprovechándose de su vulnerabilidad emocional. Durante meses, los delincuentes cultivaban una relación ficticia con las víctimas, hasta que lograban convencerlas de transferir grandes sumas de dinero para supuestos proyectos de inversión.
El modus operandi de la organización criminal era meticuloso. Antes de contactar a sus víctimas, los estafadores analizaban sus perfiles en redes sociales para identificar sus puntos débiles y diseñar un plan personalizado. A través de mensajes cariñosos y promesas de amor eterno, lograban que las mujeres creyeran estar en una relación auténtica con Brad Pitt. Durante la investigación, se encontraron frases repetidas en las agendas de los estafadores como "Mi amor por ti es verdadero" o "Estoy profundamente enamorado de ti", usadas para manipular emocionalmente a las víctimas.
Una vez que las mujeres estaban convencidas de la relación, los delincuentes les pedían dinero para supuestos negocios y proyectos de inversión que no existían. En total, la mujer de Granada fue estafada con 175.000 euros, mientras que la de Vizcaya perdió 150.000 euros. Las transferencias eran realizadas a cuentas de "mulas", intermediarios que recibían el dinero a cambio de una comisión.
Tras las denuncias presentadas por las víctimas, la Guardia Civil inició una investigación que culminó con la detención de cinco personas en Málaga y Torremolinos, aunque la operación abarcó también otras provincias como Almería, Madrid, Huelva y Sevilla. Durante los registros, se incautaron teléfonos móviles, tarjetas bancarias y dispositivos electrónicos utilizados para coordinar la estafa.
El dinero obtenido era transferido a cuentas en el extranjero, la mayoría de las veces hacia países como Nigeria, Ghana, Senegal y Sierra Leona, utilizando documentos falsificados para abrir las cuentas. De los 325.000 euros robados, las autoridades lograron recuperar 85.000 euros, aunque la mayor parte del dinero ya había sido blanqueado.
Uno de los detalles más sorprendentes de la investigación fue la detención del hijo de una de las víctimas, quien aprovechó la situación para realizar cargos fraudulentos con la tarjeta de su madre, robándole 17.000 euros. Aunque no estaba vinculado con la red criminal desmantelada, también fue detenido y enfrentará cargos por su propia estafa.