El municipio bonaerense de Pilar, gobernado por el intendente Federico Achával, decidió cobrar entre sus impuestos -tasas- uno para atender la emergencia producida por la pandemia: se aplicó el gravamen por la “prestación de los servicios municipales”, entre los que se cuentan los testeos, exámenes y tratamientos médicos realizados a la población, relacionados con la enfermedad.
Según indica la intendencia, el dinero es destinado a “los controles de síntomas dispuestos en los distintos puntos del municipio”. La normativa también involucra “el cuidado de la salud psíquica y atención de problemas sociales derivados del aislamiento preventivo social y obligatorio en Centros de Salud del Municipio o por vía remota”.
El monto será puesto a disposición para la compra de suministros médicos y materiales de protección para el personal esencial “a los efectos de cumplir con los protocolos especiales de prevención”. Asimismo, hace referencia a “toda otra adquisición o prestación de servicios relacionados con la sanidad misma originado por el COVI-19″.
La tasa también incluye los gatos de mantenimiento de los Centros de Atención COVID-19 “ya sea para internación o aislamiento; los servicios de desinfección y sanitización de superficies que deba realizarse en locales, establecimientos, vehículos de carga y/o cualquier sitio donde se ejerza actividad comercial, administrativa y/o industrial, ante la denuncia de un caso sospechoso o confirmado, de oficio o a requerimiento del contribuyente, como así también las situaciones de prevención que establezcan los protocolos y la reglamentación”.
“El vallado de calles, paseos públicos, refugios, plazas, bancos y demás espacios de gran circulación para el cumplimiento de los protocolos sanitarios estipulados”; “el diseño y efectivización de los protocolos preventivos en los espacios públicos”, también están incluidos en el gravamen.