Un primer análisis invitaría o invita a explicar el triunfo del ahora presidente electo, Javier Milei, en la debacle de la economía, la inflación crónica, las escaladas del dólar y, en definitiva, las dificultades para llegar a fin de mes (además de los porcentajes de pobreza e indigencia). Quizás también pueda explicarse en la definición de casta con la que Milei logró canalizar el hartazgo mayoritario. Estas lecturas son válidas, claro. Pero en los círculos rojos de la política se dice que hubo más.
A la hora de los reproches, que se precipitan después de cada escrutinio, aparecen las cuestiones inconfesables. Y este domingo no es la excepción. Se dice que Sergio Massa no recibió todo el apoyo que necesitaba de sectores del kirchnerismo.
El candidato de Unión por la Patria no le inspiraba confianza al núcleo duro. Y, por supuesto, se enuncia un postulado. Se dice que el kirchnerismo veía, en el ministro de Economía, un proyecto de 20 años y que, en cambio, ve en el libertario una estadía de corto plazo en Balcarce 50. Ven en Milei un nuevo Macri, sin chances de reelección, quien sabe, pero es lo que se dice.
Ahora, el núcleo de paladar negro podrá aguardar nada menos que en la provincia de Buenos Aires, a la espera de que las políticas de derecha horaden las chances de reelección. Para la política y la historia cuatro años son un suspiro. Para la población, una eternidad, máxime si los objetivos y las prácticas no se alejan de las miserias, en medio de un escenario de pobreza.
Quien hizo una lectura acertada de la encrucijada fue el gobernador electo de la provincia del Neuquén, Rolando Figueroa, en cuyo frente de partidos hay dirigentes del peronismo y del sector libertario. “Estamos muy enfocados en la provincia”, dijo esta mañana al emitir su voto, aquí en la ciudad capital.
La provincia es prioridad y así lo expuso, por ejemplo, la concejal y diputada nacional electa, Nadia Márquez (libertaria), quien discrepó con Milei cuando este habló de “vender” Vaca Muerta y dejó en claro que el escenario nacional no deberá tallar en la armonía provincial.
Distinto fue el posicionamiento del intendente de Neuquén, Mariano Gaido, quien fijó postura rígida en favor de Massa y ahora quedó del lado de los perdedores.