Se llama Sergio Andrés Tissi. Tiene 28 años, y antecedentes psiquiátricos. Fue fue detenido en la últimas horas, acusado de haber matado a Juan Carlos Donato, de 60 años. No fue un crimen común. Según los expertos, es el más horroroso del siglo. "Nunca vimos algo igual", coincidieron los forenses. Tissi, en medio de un brote psicótico, hizo con el cuerpo de Donato cosas que solo un demente puede hacer.
La detención se registró en la localidad santafesina de Villa Constitución, a unos 30 kilómetros del lugar en el que ocurrió el homicidio, luego de que los investigadores localizaron al sospechoso a través de una tarjeta SUBE encontrada en el patio de la chacra de la víctima.
El fiscal Julio Tanús no tuvo tapujos para hablar del crimen. Dijo que se trató de una "agresión escandalosa, brutal y salvaje", que la escena parecía de una "película de terror" y que incluso los peritos de larga trayectoria y experiencia que trabajaron en el lugar le afirmaron que "nunca habían visto algo igual".
"Con un arma blanca con filo lo mataron y luego le cortaron la nariz, la lengua y el maxilar. Parte de la cara se la extirparon, la destruyeron, esto fue post mortem, el victimario trabajó con el cuerpo sin vida", detalló. "Después le introdujo la mano por la laringe y le extirpó las vísceras, el estómago, el corazón, una cosa impensada, terrible, demencial", dijo el funcionario, conmovido ante lo impactante del modus operandi del asesino.
Donato fue hallado asesinado y su cuerpo mutilado el jueves último cerca de las 20 en un lavadero de la chacra ubicada a unos 100 metros de la autopista, a la altura del kilómetro 233, como ya informara este medio.
Tanús contó que la esposa de la víctima había ido a caminar con su hermano y al regresar alcanzó a ver al agresor por unos segundos, ya que lo encontró parado frente al lavadero y cuando se quiso acercar, éste le impidió que entrara. Finalmente, cuando el atacante huyó, la mujer encontró el cuerpo de Donato y alertó a la policía.
Ahora, el asesino está preso. Dudosamente vaya a la cárcel. Lo más probable es que sea condenado a estar internado en algún pabellón psiquiátrico.