El periodista Diego Demarco, de Canal 9 de Buenos Aires, aguardaba frente a la cámara el aviso de “aire” para cumplir con la cobertura desde el móvil, cuando un joven pasó corriendo frente a él y le "manoteó" el celular.
Demarco, que tenía el dispositivo en una de sus manos y el micrófono en la otra, sólo atinó a girar y pedir le regresen su teléfono: "¡Dame dame hey! ¡Dámelo, dámelo!" gritó varias veces.
Pero para eso el ladrón ya había ingresado a un pasillo de un barrio de la localidad de Sarandí, al sur del Gran Bueno Aires. Más allá de todo, el móvil del cronista pudo mostrar la terrible inseguridad que se sufre hoy, en vivo, sin tapujos ni escrúpulos, en plena pandemia.
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