Un hombre que había recibido el beneficio de una prisión domiciliaria, no desaprovechó la posibilidad de seguir regenteando el kiosco de venta de drogas que había montado en su casa de Zapala. A pocos metros, tenía una sucursal. La Policía lo investigó y le allanó la vivienda, logrando secuestrarle casi un kilo de marihuana, un arma y dinero en efectivo.
Personal de la división Antinarcóticos de Zapala y de Cutral Co, en un trabajo en conjunto, allanaron el viernes pasado en horas de la noche un domicilio del barrio 582 Viviendas donde lograron comprobar que funcionaba un kiosco narco administrado por un hombre que gozaba de prisión domiciliaria.
Con todas las pruebas colectadas al cabo de la investigación, la jueza federal de Zapala, María Silvina Domínguez, libró la correspondiente orden de allanamiento que se cumplimentó el viernes.
En la casa, los uniformados encontraron al procesado de 33 años quien no opuso resistencia a la diligencia. Le secuestraron casi un kilo de cannabis sativa, balanzas de precisión, elementos de corte y fraccionamiento, dinero en efectivo y un arma de fuego, entre otros elementos.
Como resultado de la investigación, el personal policial pudo además establecer que el sujeto proveía una segunda boca de expendios de estupefacientes, que operaba a pocos metros de la de su vivienda.