Oscar Costich de 28 años, murió el domingo 23 de Julio por la mañana en el Hospital Castro Rendon. Horas antes había sido trasladado desde Centenario en grave estado tras sufrir un shock cardiogénico que le ocasionó una lesión encefálica.
Por el hecho se abrió una investigación por parte de la Fiscalía de Homicidios ya que personal policial de la Comisaría N°52 lo había llevado a ese nosocomio luego de demorarlo en un domicilio de la calle Emilio Manquiao.
Los resultados en la parte toxicológica, llevados a cabo por la fiscalía de Homicidios, constataron que había cocaína y alcohol en sangre. Resta determinar, si las lesiones que presentó el cuerpo, como los hematomas y derrames sanguíneos internos fueron responsabilidad de la policía, que, según su familia, “sufrió mientras era trasladado a Neuquén”.
En diálogo con La Primera Mañana de AM550 La Primera, Claudio Machado, su cuñado, expresó que "hay algunos análisis específicos que hay que desarrollar en el cuerpo y en los órganos de Oscar. Pero vemos por parte de la Justicia y a aquellos que deben brindar la seguridad a los ciudadanos, están libres como si nada"
La familia, que se presentó como querellante, sostiene que el hecho se trató de un homicidio dudoso y descreen la versión oficial de que murió por un paro cardiorrespiratorio. Sostienen que su rostro estaba desfigurando cuando fue llevado por efectivos policiales de esa comisaría al Hospital Natailo Burd, antes de ser reanimado por los médicos y luego derivado a Neuquén. Reiteraron que para ellos se trató de un caso de abuso policial.
"También se pretende determinar si producto del maltrato que recibió Oscar por parte de la Policía cuando fueron a reducirlo, habían golpes que aparecen en distintas partes del cuerpo, que provocaron este desenlace. Claramente golpes, quebraduras aparecen en el cuerpo. Todo esto, nos llama la atención" .
Según Machado, "la idea es seguir profundizando esto, para que una vez por todas, se sepa la verdad. Y bueno, los que realizaron esto, tienen que pagar, que paguen", puntualizó
Comentaron que el joven no tenía antecedentes por robos ni era violento más allá de sus problemas de adicción.
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