La puerta del comercio estaba abierta y la mercadería acomodada de tal manera para que, quien pase por la vereda, vea la gran variedad de prendas que puede encontrar en el interior. Las ventas están flojas y cualquier opción es válida para poder atraer clientes. Pero además de buenos clientes, también está la posibilidad de que aparezcan los otros, esos que lo que buscan es una oportunidad para robar y quedarse con cosas que no son propias. En la jerga de las tiendas se llaman "mecheros", a aquellos que esconden entre sus ropas o bolsos, la pilcha nueva que se llevan sin pagar.
En general, el accionar de los mecheros es sigiloso y sin demostrar apuro. Es que deben actuar con naturalidad y el mínimo detalle puede alertar a los vendedores y ser descubiertos. En este caso en particular, que quedó registrado en HD por las cámaras de un local de pleno centro de Roca, el hombre ingresó al comercio y sin ser visto se llevó unas 9 remeras que estaban colgadas muy cerca de la puerta de ingreso.
El hecho sucedió el martes poco antes de las 6 de la tarde, en una tienda ubicada en la calle Tucumán entre España y Maipú, el lugar más transitado de la ciudad y por eso los comerciantes deben pagar alquileres extremadamente caros. También debería ser una de las zonas más custodiadas por la Policía, pero la falta de seguridad es un tema que despierta quejas en las ciudades más importantes de Río Negro.
En el video se puede y dura muy poco tiempo. Quedó registrado que en sólo 20 segundos, un hombre se llevó todas las remeras que tenía al alcance, sin despertar la mínima sospecha de la chica que atendía y que mientras estaba muy concentrada etiquetando unas pilas de prendas que tenía sobre el mostrador.
La cámara de seguridad apunta a la puerta y se ve como un hombre con un bolso colgando de un hombro y gorra, ingresó y quedó junto a la puerta, mirando unas coloridas remeras. Primero agarra una y la mira, de reojo mirá hacia donde está la empleada que continúa con su labor sin levantar la cabeza. Ese acto fue fundamental para que el ladrón continúe con su accionar y fue por más.
Tomó una segunda y con otra de color naranja vació la primera fila, las acomodó en el otro brazo y continuó. Estiró un poco más el brazo y en un mismo movimiento, se alzó con tres remeras más de la segunda fila. Y ya que estaba, fue por más, se agachó un tanto y manoteó otras dos.
Toda esta maniobra duró apenas 20 segundos. Con todas las remeras en su brazo derecho, dio un paso para el costado y salió sin despertar sospechas. Mientras, la mujer que atendía, continuó todo el tiempo con su labor sin poder percibir lo que estaba sucediendo en el local a apenas unas decenas de centímetros de su ubicación.