La desesperación de una mujer que cayó a la Comisaría 44° cargando a un niño desvanecido en brazos fue apaciguada por una policía que gracias a maniombras de Heimlich le salvó la vida. El infante tenía las vías respiratorias obstruidas y no podía respirar.
El hecho ocurrió en la madrugada de este sábado en el barrio Valentina Sur. Personal policial se vio sorprendido por el pedido de auxilio de una mujer, quien ingresó a la unidad con un chico de 1 año y medio casi inconsciente por no poder ingerir aire apropiadamente.
Inmediatamente, efectivos solicitaron de manera urgente la llegada del SIEN, mientras la Oficial Principal tomó al menor entre sus brazos comenzó con tareas de reanimación.
La uniformada aplicó maniombras de Heimlich, lo cual generó que el pequeño vomitará y vuelva a respirar como corresponde. Al arribar personal de salud, el joven fue examinado -ya respirando normalmente- y fue trasladado por la ambulancia al Hospital para continuar con los controles.
¿Qué son las maniobras de Heimlich?
Si una persona no puede escupir algún objeto o alimento que se le atoró, la única forma efectiva de poder ayudro es practicando la a maniobra de Heimlich.
En caso de bebes, si balbucea, llora, habla o tose, implica que le pasa aire por la garganta y probablemente tenga alguna obstrucción parcial. En estos casos, hay que dejar que el pequeño tosa naturalmente. Es importante no golpear la espalda ni brindarle agua, ya que puede omver el objeto y complicar la obstrucción. En caso de que el panorama no mejore, proceda con las maniobras:
Ahora, si esa persona es adulta, frecuentemente se se llevan las manos al cuello y se les enrojece toda la parte superior del cuerpo. Los pasos para efectuar son los siguientes:
- Abrazá a la persona por la espalda y por debajo de sus brazos.
- Poné una de tus manos en puño cerrado cuatro dedos encima de su ombligo, en la línea media del estómago
- Coloca tu otra mano sobre el puño.
- Reclina tu cuerpo un poco hacia delante
- Hacé presión sobre el abdomen en sentido hacia atrás y arriba.
Pero, ¿qué pasa si nos atoramos y estamos solos o la gente a nuestro alrededor no sabe cómo actuar?
Aquí, deberemos utilizar una silla y ubicarnos por detrás. Luego, nos reclinaremos hacia delante hasta logar que nuestro abdomen se apoye en el respaldo (tiene que estár ubicado entre el ombligo y el esternón). Una vez allí, haremos presión muy fuerte sobre el objeto hasta conseguir no estar más atorado.